¡NIÑOS AUTÓNOMOS, NIÑOS FELICES!



¿Por qué es fundamental fomentar la autonomía del niño?

 La autonomía es la base del aprendizaje y del desarrollo de una buena autoestima. Decimos que un/a niño/a es autónomo/a cuando es capaz de realizar por sí solo/a aquellas tareas propias de su edad y de su entorno sociocultural. Para que un/a niño/a realice ciertas tareas, lo primero es asegurarnos que cumple con los prerrequisitos necesarios para un buen desempeño. Además, debemos dejarle claro qué esperamos de él/ella, cuáles serán las consecuencias de realizar dichas tareas y cuáles las de no hacerlas.

Trabajar autonomía tiene infinitas ventajas para los peques (y también para las familias), ya que hace que los/as peques se sientan más seguros/as de sí mismos, aumentando su sensación de autoeficacia (confianza en la propia capacidad para lograr determinados objetivos), lo que repercute positivamente en su autoestima y autoconcepto.

En ocasiones, somos los adultos quienes sumidos en el ritmo vertiginoso del día a día, nos quejamos de que nuestros/as pequeños/as “no nos ayudan” pero realmente, ¿les estamos dando el tiempo que necesitan? ¿Les dejamos fallar para aprender a hacer las cosas? La primera norma para el entrenamiento en autonomía es “LAS PRISAS NO SON BUENAS”          Es esencial tener altas dosis de paciencia y cariño, ¿acaso no es normal fallar las primeras veces que hacemos algo nuevo? El/la niño/a debe experimentar por sí mismo/a y el hecho de equivocarse forma parte natural del aprendizaje.



         Pictogramas sobre normas de convivencia