La Cartuja de Portaceli

La Cartuja de Portaceli

Especial atención merece dedicarle al monasterio cartujo de Santa María de Portaceli (o Porta-Coeli). Es un conjunto histórico artístico que se encuentra en uso y que no es visitable. Está declarado por la Generalitat como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento. Dicha declaración no sólo afecta al edificio, sino también a su entorno.

La Cartuja fue levantada sobre los restos de un pequeño asentamiento musulmán (Lullén), en estilo gótico y posteriormente reformada a lo largo del tiempo, incorporando nuevas manifestaciones de la historia del arte: del renacimiento, manierismo, barroco y neoclasicismo, conformando un armónico conjunto arquitectónico.

Su fundación data de 1272, en época del rey Jaime I, y es la primera de la orden Cartujana del Reino de Valencia y la tercera en la península. El entonces obispo de Valencia, Andrés Albalat, adquiriendo para ello el valle de Lullén, equidistante de Segorbe y Valencia, a unos 315 metros de altitud, abierto hacia el mediodía y cerrado al norte por las estribaciones de la sierra Calderona, al pie de Peñas Altas y Rebalsadores, con altitudes de hasta 800 m.

Después de unos duros años iniciales, en el siglo XV alcanza su máximo esplendor colaborando en la fundación de diversos monasterios, expansión de propiedades y recibiendo generosas donaciones. Acumula gran prestigio e influencia política en toda la Corona de Aragón. En el siglo XVIII es saqueada por las tropas francesas durante la Guerra de Sucesión.

En 1809, con José Bonaparte, el monasterio es abandonado, pero vuelven los monjes hacia 1814, volviendo a ser abandonado en 1820.

Con la desamortización de Mendizábal de 1835, el monasterio es abandonado definitivamente y dividido en tres masías, que son vendidas en pública subasta. A partir de este momento, el monasterio pasa a ser una explotación agrícola, sanatorio tuberculoso y finalmente como hotel y lugar de desenfreno de la burguesía valenciana. En 1931, la Diputación de Valencia adquiere una parte de la finca, mientras que el Estado se hace con el resto de la finca, a excepción de las partidas de "la Torre" y "la Pobleta".

Durante la Guerra Civil (1936-39) es utilizada como academia militar y hospital. La cercana finca de "la Pobleta", de estilo modernista, se convierte en la residencia del Presidente de la II República, Manuel Azaña, cuando el Gobierno se traslado de Madrid a Valencia. Finalizada la Guerra Civil, en sus proximidades se ubica un campo de concentración.

En 1943 la Diputación de Valencia entrega a la Orden Cartujana el monasterio y parte de los terrenos circundantes. Esta entrega sigue siendo efectiva en la actualidad, ya que el monasterio sigue habitado por una comunidad cartuja.

La Orden religiosa de la Cartuja fue fundada a finales del siglo XI por San Bruno y otros seis compañeros, que eligieron la soledad de un inaccesible valle de los Alpes para vivir su vocación monástica en reacción contra el enorme poder que habían alcanzado los monasterios benedictinos. Es un rincón de silencio, de estudio y de contemplación, que sigue habitado por monjes, que conviven en clausura, alejados del ajetreo moderno. Este es el principal motivo por el que los cartujos eligieron el valle de Lullén para construir su monasterio.

Rogamos respetéis su retiro. No entréis en las zonas prohibidas. Será motivo de descalificación.