La representación política de las mujeres en el Concejo Municipal de Bucaramanga ha sido mínima en elecciones recientes, configurando un panorama desconcertante. En las elecciones municipales de 2019, las mujeres obtuvieron sólo tres de 19 curules.  Las tres eran militantes de un mismo partido: la Liga Anticorrupción, liderado por Rodolfo Hernández, el exalcalde de Bucaramanga (2016-2019) y excandidato presidencial (2022). En el Concejo electo para el período 2024-2027 solo hay una mujer, Daniela Torres (Partido Alianza Verde), en representación de las mujeres, que son el 52,5% de la población de la ciudad.

En esta situación desalentadora, la cultura sexista de los países latinoamericanos y la forma cómo funciona la cuota de género en Colombia juegan un rol crucial. Un estudio reciente de la Universidad de Santander muestra que el 50% de la población encuestada considera que la sociedad santandereana es “moderadamente sexista” y el 37,5% considera que es “demasiado sexista”. Como plantea Freidenberg, los contextos machistas constituyen una barrera a la participación de más mujeres, al presentarlas como no aptas para ejercer cargos públicos y limitar sus oportunidades.

Revisando los resultados electorales recientes, la Liga Anticorrupción obtuvo la mayor votación de 2019 y con ello, cuatro curules de 19 posibles. En esa oportunidad, el partido presentó una lista cerrada liderada por un hombre, seguido por tres candidatas. [1] Las únicas mujeres que llegaron al Concejo bumangués ese año lo hicieron por esa lista cerrada y gracias a que estaban posicionadas en los primeros puestos. En contraste, los demás partidos presentaron listas abiertas y la ciudadanía escogió a concejales hombres.

En las elecciones al Concejo de 2023, del total de 381 candidaturas solo 131 (34,4%) eran mujeres. De entrada, las mujeres representaban un porcentaje bajo del total de candidaturas y fueron poco votadas. [2] El Mapa 1 muestra el porcentaje de los votos por mujeres (verde) y hombres (morado) al Concejo de Bucaramanga 2023: entre más oscuro sea el color, mayor es el porcentaje de votos. Hay un porcentaje considerablemente menor de votos válidos para candidatas mujeres en comparación con los hombres. En ninguna de las 17 comunas de la ciudad las mujeres obtuvieron más del 20% de los votos. Incluso, en la comuna en la cual las mujeres obtuvieron la mayor proporción de votos, los hombres las superan por 64 puntos.

En 2023, la Liga Anticorrupción presentó una lista abierta y el partido no logró obtener ninguna curul. En contraste con las elecciones de 2019 donde tuvieron muy buenos resultados, parece que el cambio de estrategia frente al tipo de lista y el fracaso nacional de Rodolfo Hernández (quien abandonó su curul en el Senado tras quedar segundo en los comicios presidenciales y enfrenta denuncias judiciales), fueron perjudicial para el partido.

Claramente, en las elecciones de 2023 al Concejo de Bucaramanga, las mujeres fueron las grandes perdedoras. Lo que es aún más preocupante es constatar que su participación viene disminuyendo gradualmente desde las elecciones de 2007. La cantidad de concejalas bumanguesas siempre ha sido considerablemente baja, pero ha empeorado en años recientes (ver Gráfica 1). Daniela Torres es la única concejala electa para el actual período. Torres estuvo a punto de perder su curul por un reconteo donde se concluyó que fue ganadora por un solo voto de diferencia. La situación de Bucaramanga se inscribe en un difícil panorama nacional. Según la Misión de Observación Electoral, hubo un leve aumento (1,76%) en el total de mujeres elegidas a los concejos, pero estas no superan el 20% del total de concejalías.

La cuota de género colombiana estipula que las listas que presenten cinco o más candidaturas deben incluir un mínimo de 30% de personas de cada sexo. Aunque esta cuota de género se cumplió en casi todos los partidos en las elecciones de 2023, mirando en detalle su implementación, vemos que algunos partidos estiran el marco legal para lanzar menos mujeres. En la Gráfica 2 se ven los 21 partidos/agrupaciones [3] que lanzaron listas para la contienda al concejo. Los datos sugieren la existencia de una zona gris en la interpretación de la ley. En las listas que presentaron 19 candidaturas (el máximo posible), el 30% equivaldría a 5,7 candidaturas. No obstante, tres de estas listas incluyeron solo cinco candidatas mujeres. Técnicamente no cumplieron con la cuota de género, pero, aun así, el Consejo Nacional Electoral (CNE) les permitió lanzarse.

La cuota de género en las listas es un primer paso importante, como muestran Ortega y Camargo, pero cumplirla no garantiza una mejor representación. Alrededor de 30% de las candidaturas corresponden a mujeres, pero esto no necesariamente se traduce en victorias electorales. Para mejorar la representación de las mujeres en Bucaramanga (y otras ciudades) vemos dos opciones. En primer lugar, como lo muestran muchos trabajos, las listas cerradas garantizan mayores oportunidades para las mujeres, pues la ciudadanía vota por la lista, no por una persona. Este fue el caso de la lista de la Liga Anticorrupción en 2019.  En segundo lugar, y según Fardaus Ara, el mandato de posición dentro de las listas es clave. Si las candidatas son ubicadas al comienzo de la lista, o de forma cremallera (alternancia entre hombres y mujeres), se garantizan igualdad de oportunidades de acceso a curules.

Bucaramanga, y Colombia, tienen mucho por hacer para mejorar la presencia de las mujeres en la política, incluyendo la local. La ley de cuota de género, como está diseñada, se queda corta para garantizar la representación política de las mujeres.  La combinación de factores estructurales, coyunturales, e institucionales agravan la situación. Es inaudito que a más de la mitad de la población de la ciudad la represente una sola mujer y que la ley no sea modificada en aras de generar una verdadera paridad.

[1] En Colombia, los partidos políticos están en libertad de escoger si quieren presentar una lista cerrada (donde el orden de las candidatas es fijado por el partido) o lista abierta (voto preferente, donde quien vota puede escoger un/a candidato/a de la lista).
[2] El tamaño de los concejos municipales varía entre 7 y hasta 45 curules, dependiendo de la población del municipio. Cada partido político puede presentar una lista a cada cargo/corporación. El número máximo de candidaturas será igual al número de curules de la corporación. En el caso del concejo de Bucaramanga, las listas de cada partido fueron de máximo 19 candidatos/as. 

[3] La ley colombiana permite que la ciudadanía se presente a elecciones populares mediante agrupaciones -distintas a los partidos- sin personería jurídica, si cumplen un proceso de recolección de firmas.

Gabriela Cheyne es estudiante de Ciencia Política y Gobierno y Jurisprudencia en la Universidad del Rosario, Valentina Pumarejo es estudiante de Relaciones Internacionales y Ciencias del Sistema Tierra en la Universidad del Rosario, Juan Esteban Carvajal es estudiante de Ciencia Política y Gobierno y Economía en la Universidad del Rosario y Lorenzo Calderón es estudiante de Ciencia Política y Gobierno en la Universidad del Rosario.