De espaldas a la presidencia: Las elecciones provinciales de 2023 en Argentina


 Por:  Carlos Varetto  (Universidad Nacional de Córdoba) y María Laura Sartor (Universidad Nacional de Rosario) 

Fecha: 15 de diciembre de 2023

Las noticias más importantes del ciclo electoral de 2023 en Argentina han sido la pérdida de peso electoral del peronismo a nivel nacional y provincial y, sin dudas la más llamativa, la elección a mediados de noviembre de Javier Milei (La Libertad Avanza, LLA), un presidente que se autodenomina minarquista y anarco-capitalista y quien no integra ninguna de las fuerzas políticas tradicionales ni tiene trayectoria dirigencial de relevancia en ningún ámbito.

Comúnmente, la literatura especializada plantea que la política territorial y las maquinarias provinciales son claves para alcanzar la presidencia en Argentina. Esta idea podría explicar en parte la resiliencia del peronismo e, incluso, del radicalismo. En esa clave se leyó la alianza electoral (y, posteriormente, de gobierno) entre la Propuesta Republicana (PRO) del expresidente Mauricio Macri y la Unión Cívica Radical (UCR): liderazgo nacional más territorio. Sin embargo, el principio de que una coalición nacional necesitaba de bases territoriales a nivel subnacional se da por tierra con la llegada de Milei a la presidencia: en una lógica top-down, el libertario no avaló de manera explícita prácticamente ninguna candidatura provincial y cuando lo hizo falló. Desde una lectura bottom-up luego de las primeras elecciones subnacionales desdobladas se vaticinaba que la candidatura de Milei estaría destinada a la derrota porque la gente quiere a la “casta”, y terminaría circunscripta al electorado radicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y su área metropolitana.  No obstante, un candidato que ni siquiera se tomó el trabajo de visitar muchas provincias, en las Primaria Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto de 2023, que abrieron el calendario electoral por la contienda presidencial, obtuvo un aplastante triunfo en casi todos los distritos del país.

Esta elección presidencial ocurrió en el marco de un extenso calendario electoral en diversas arenas de competencia donde se disputaron cargos ejecutivos y legislativos nacionales y subnacionales, contando estas últimas con instituciones electorales propias que les permite diferenciarse del ordenamiento político-electoral a nivel nacional.

En línea con lo planteado por Azar y Toppi en este blog, y a tono con lo observado previamente por otros estudios (ver aquí y aquí), se destaca un amplio desdoblamiento de las elecciones provinciales respecto a las elecciones nacionales. De las 21 provincias que eligieron gobernador en 2023 (exceptuando a Corrientes y Santiago del Estero) y la jefatura del gobierno de CABA, solo cuatro fueron simultáneas con las PASO y generales nacionales de agosto y octubre de este año respectivamente: Entre Ríos, Catamarca, Provincia de Buenos Aires y CABA. Mientras que en Santa Cruz, las elecciones generales provinciales se correspondieron con las PASO nacionales de agosto. El uso del calendario electoral para segmentar escenarios electorales ha sido afirmado reiteradamente (por ejemplo aquí y aquí) como una estrategia de los oficialismos subnacionales para proteger el distrito de la inestabilidad de la disputa política nacional y mantener un mayor control sobre la competencia política local.

Más allá del desdoblamiento del calendario electoral, se observa la continuidad de los oficialismos en 14 provincias, mientras que ocho distritos tuvieron alternancia en sus ejecutivos. Esta alternancia representa un número significativo si se considera que en 2015 sólo cinco oficialismos no continuaron en el poder y en 2019 apenas cuatro. En cuanto a la composición por género no habrá ninguna mujer al frente de los ejecutivos provinciales, aunque fueron electas 10 vicegobernadoras, confirmando la desigualdad de acceso al cargo.

Las alternancias observadas se dan mayormente desde fuerzas peronistas hacia fuerzas identificadas con la coalición JxC. Los ocho recambios en el ejecutivo provincial  implican la derrota de cinco gobernadores peronistas y de tres partidos provinciales, en tanto que asumieron seis gobernadores asociados al radicalismo o el PRO y dos fuerzas provinciales. Es decir, los vientos de cambio a nivel subnacional afectaron principalmente al peronismo y favorecieron a JxC. Estas modificaciones derivan en los cambios de distribución de poder presentados en el Gráfico 1.

Gráfico 1. Distribución de las 22 gobernaciones según fuerza política, 2019-2023 y 2023-2027

Nota: No se incorporan las provincias que eligieron gobernador en 2021.

Fuente: Elaboración propia

De las ocho provincias que presentan alternancia en su gobierno (Tabla 1), tres tienen la particularidad de que se trata del primer recambio del partido desde el regreso a la democracia en 1983. Estos son los casos de Neuquén, San Luis y Santa Cruz, en las cuales, sin embargo, la alternancia vino de mano de fracciones y líderes que se desprenden del oficialismo subnacional.

Tabla 1. Elecciones a gobernador 2023

Fuente: Elaboración propia

En Neuquén, el Movimiento Popular Neuquino (MPN) perdió ante Rolando Figueroa, quien fuera vicegobernador por el MPN en el periodo de 2015-2019 y Diputado Nacional por el mismo partido desde 2019. En San Luis, fue elegido Claudio Poggi (Cambia San Luis), quien había sido anteriormente gobernador por la fuerza oficialista en 2011. Finalmente, en Santa Cruz, la victoria fue de la alianza provincial Por Santa Cruz, en la que fue electo Claudio Vidal, secretario general del gremio petrolero, quien en las elecciones 2019 había presentado su candidatura con un sublema al interior del lema oficialista peronista (Frente de Todos por Santa Cruz).

Por su parte, en San Juan y Chaco, los resultados de las elecciones estuvieron marcados por eventos disruptivos que llevaron a la derrota a las fuerzas oficialistas. En el caso de San Juan, la Corte Suprema de Justicia suspendió las elecciones ejecutivas e impugnó la candidatura del gobernador vigente, Sergio Uñac (Partido Justicialista), cinco días antes de su realización, que debieron ser reprogramadas de forma diferida respecto de los comicios legislativos. Finalmente, el oficialismo peronista con candidatos alternativos perdió en manos del opositor cambiemita (Unidos por San Juan). Por su parte, en la provincia de Chaco, la antesala de los comicios se vio marcada por un femicidio, en el que los principales imputados eran aliados estratégicos del gobierno peronista de Jorge Capitanich. En este contexto, también tuvo lugar alternancia en el ejecutivo provincial luego de cuatro mandatos del justicialismo de la mano de la alianza JxC.

Finalmente, las otras tres provincias donde se registró alternancia fueron Entre Ríos, Santa Fe y Chubut. En los tres casos obtuvieron la victoria alianzas provinciales vinculadas a JxC, aunque con diversos socios provinciales.

Respecto a las 14 provincias donde las fuerzas gobernantes se mantuvieron en el poder, se destaca que en sólo dos, Formosa y La Pampa, nunca hubo alternancia en sus gobiernos, habiendo sido gobernadas por el oficialismo justicialista desde el regreso a la democracia en 1983.

Por su parte, en Buenos Aires, Catamarca, Formosa y Tierra del Fuego, no sólo fue reelecta la misma fuerza partidaria, sino las propias personas a cargo del ejecutivo. Asimismo, en Tucumán fue electo el actual vicegobernador en tanto que en Mendoza y Misiones fueron reelectas las personas que ya habían ocupado el ejecutivo, aunque no en el período inmediatamente anterior.

Este recuento general da cuenta del deterioro del peso de las fuerzas peronistas a nivel de las gobernaciones  y el incremento del peso de las fuerzas que integraron JxC - en una suerte de arribo tardío del bicoalicionismo nacional a la arena subnacional.

La diferencia de los resultados electorales entre cada nivel se puede observar en la Tabla 2. Los votos obtenidos por las fuerzas vinculadas a Unión por la Patria (ex Frente de Todos) y JxC en las elecciones a gobernador que antecedieron a las PASO nacionales (dos PASO y 17 comicios generales provinciales), fueron más altos que lo logrado por esas fuerzas en los mismos distritos para las PASO nacionales en agosto. Este contraste entre el rendimiento electoral a nivel provincial y a nivel nacional se refleja con claridad en las provincias de Jujuy y La Rioja en las que gobernaban la UCR y el PJ, respectivamente, y habían ganado con comodidad los procesos electorales provinciales inmediatamente previos, pero en las PASO presidenciales sus candidatos nacionales obtuvieron entre el 30 y el 40% menos de votos quedando relegados al segundo lugar.

Tabla 2. Comparativa de votos provinciales-nacionales recibidos por UxP y JxC 

Fuente: Elaboración propia

Estos datos muestran, en línea con lo que argumentamos al inicio, que si bien tanto a nivel nacional como en 8 distritos provinciales la ciudadanía optó por la alternancia en los gobiernos, los resultados de las elecciones 2023 dan cuenta cada vez más de la segmentación o diferenciación de las elecciones subnacionales de las lógicas y disputas nacionales, tanto en términos de alianzas como de resultados electorales. Esta diferenciación entre arenas se apoya sobre la práctica de desdoblamiento del calendario antes mencionada: dentro de los siete distritos en los que LLA no fue el partido más votado en las PASO presidenciales, tres de ellos ocurrieron en simultáneo con las elecciones a gobernador. Es decir, de cuatro distritos concurrentes tres no fueron favorables a LLA. Si bien explorar estas causas supera el propósito de este post, seguramente el desgaste para los oficialismos ocasionados por el esfuerzo dedicado a las elecciones anticipadas y la lectura de que las PASO no eligen cargos de peso para las organizaciones provinciales facilitaron un espacio para que ingrese con más fuerza un liderazgo extra-territorial como el de Milei. Por otra parte, esta diferenciación entre arenas derivó en diferentes beneficiarios del desgaste peronista: LLA a nivel nacional y JxC en las provincias.

Carlos Varetto es Investigador Adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas en el Instituto de Política, Sociedad e Intervención Social de la Universidad Nacional de Córdoba IPSIS-UNC/ CONICET, Argentina. 


María Laura Sartor es Docente de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario.