Recomendaciones Generales

  1. Dado el carácter de la evaluación como instancia de acreditación de saberes, es necesario que el equipo docente explicite a los estudiantes, por todos los medios disponibles, los instrumentos y criterios con que se evaluará en cada instancia (parciales, finales). Los mismos deben ser claros y acordes, tanto con la propuesta de enseñanza como con los medios tecnológicos empleados

2. Tener en cuenta que para los procesos educativos desarrollados a distancia, las evaluaciones parciales y finales, pueden utilizar diversos medios:

    • Orales (exposición, discusiones, presentaciones, defensas, etc.),

    • Escritos (de respuestas larga o breve, objetivas sencillas o complejas, trabajos extensos, estudios de casos, pruebas de ejecución, etc.)

    • De actuación (registros de producción por medios audiovisuales).

3. Las condiciones de confiabilidad y validez de la evaluación a distancia se garantizan a partir de la triangulación de las diferentes dimensiones referidas a:

      • la funcionalidad (evaluaciones formativas y sumativas),

      • la temporalidad (de inicio, proceso y final),

      • la diversidad de instrumentos (cuestionarios con ítems de respuestas cerradas, trabajos prácticos, escritos domiciliarios, análisis de casos, entre otros),

      • la modalidad (instancias sincrónicas y asincrónicas),

      • la diversidad de agentes implicados (autoevaluaciones, coevaluaciones y heteroevaluaciones).

4. Definir con la mayor anticipación posible el/los tipos de herramientas tecnológicas que se utilizarán y la finalidad con la que se proponen, teniendo en cuenta la factibilidad de su implementación y contemplándose acciones previas a la utilización de las mismas, a fin de que los estudiantes tengan los conocimientos tecnológicos necesarios para poder desarrollar la práctica evaluativa y puedan contar con los dispositivos convenientes. Plantear, en caso de ser necesario, vías alternativas a fin de que todos los estudiantes puedan acceder a la evaluación correspondiente.

5. Tener en cuenta que es recomendable diseñar alternativas que faciliten la realización de la evaluación en caso de que surjan incidencias no subsanables, que en un caso extremo podrían contemplar la repetición de la misma.

6. La evaluación no presencial debería combinar varias funcionalidades de distintos sistemas, por ejemplo, una evaluación síncrona mediante preguntas abiertas y cerradas basada en un cuestionario en el aula virtual y un soporte mediante videoconferencia. Este tipo de pruebas de evaluación pueden requerir de la participación coordinada de un grupo de entre 2 o más profesores según el número de estudiantes. Es muy importante disponer de conocimiento detallado de las funcionalidades y el uso de las herramientas, así como la realización de simulaciones previas para familiarizarnos con el entorno.

7. En los casos, en los que las herramientas usadas en las pruebas de evaluación virtual no estén integradas en el aula virtual para la recogida automática de las evidencias, será necesario incluir en los protocolos las actuaciones necesarias por parte del profesorado para asegurar el almacenamiento y la identificación de las evidencias.

Nota:

  • Autoevaluación: Es el proceso donde el alumno valora su propia actuación. Le permite reconocer sus posibilidades, limitaciones y cambios necesarios para mejorar su aprendizaje.

  • Coevaluación: Es el proceso de valoración conjunta que realizan los alumnos sobre la actuación del grupo, atendiendo a criterios de evaluación o indicadores establecidos por consenso.

  • Heteroevaluación: Consiste en que una persona evalúa lo que otra ha realizado. El tipo de evaluación que con mayor frecuencia se utiliza es aquella donde el docente es quien, diseña, planifica, implementa y aplica la evaluación y donde el estudiante es sólo quien responde a lo que se le solicita.