Con los materiales y la planificación lista, se procederá a la implementación del proyecto. Primero, se elaborarán e instalarán los contenedores especiales para tapas plásticas, diseñados con materiales resistentes y decorados de forma llamativa para captar la atención de los estudiantes. Posteriormente, se ubicarán en puntos estratégicos de la institución como patios, kiosko, pasillos y salones.
Además, se colocarán carteles informativos que indiquen claramente el uso de cada contenedor y el impacto positivo de reciclar las tapas. Una vez instalados, el grupo encargado del proyecto verificará su correcto funcionamiento y se asegurará de que estén accesibles y en buen estado.
Finalmente, se organizarán actividades de sensibilización para guiar a la comunidad educativa sobre el uso adecuado de los contenedores y el destino final de las tapas recolectadas.