Somos una familia de creyentes en Jesucristo, que existe para exhibir en todo lugar la Gloria de CRISTO en el Evangelio, por medio de la exposición bíblica, la vida personal, y el ministerio, en dependencia del poder del ESPIRITU SANTO, para que la sociedad conozca el señorío de Cristo, los pecadores vengan a Cristo, y los justificados sean como Cristo, para Gloria de DIOS PADRE.
Nuestra declaración dice: Somos una familia de creyentes en Jesucristo…
La Biblia no da lugar para que veamos la iglesia como una empresa, un club social, un evento semanal, o una institución benéfica. Entre otras figuras (Cuerpo, edificio espiritual, etc.), la Biblia presenta a la iglesia como una familia. Dios es presentado como nuestro Padre celestial (Mateo 6:9, 32). Cristo es presentado como el primogénito entre muchos hermanos (Rom. 8:29 / Heb. 2:11,12). Precisamente somos llamados hermanos a través de todo el Nuevo Testamento, por lo que esta es la clase de relación que hemos de llevar entre nosotros. La iglesia es denominada la familia de Dios (Ef.: 2:19). Esta familia no está unida por lazos naturales. Es denominada también la familia de la fe (Gal.:6:10). Así que, somos una familia de creyentes, eso es lo que nos identifica. Pero no creyentes en cualquier cosa. Los hijos de Dios, los miembros de esa familia, se identifican porque su fe está puesta en el nombre de Cristo (Juan 1:12,13). Esta identidad debe moldear la manera en que vivimos y nos relacionamos con nuestros hermanos en la fe, y la forma en que vivimos nuestro compromiso con la iglesia local. ¿Qué tan comprometido debes estar con esta iglesia y sus miembros? Tanto como el miembro de una familia está comprometido con ella y sus demás miembros.
Nuestra declaración dice: ...que existe para exhibir en todo lugar la Gloria de Cristo en el evangelio…
Todo lo creado existe para Cristo (Colosenses 1:16 ), él es el dueño de todo y la razón de todo. El plan de Dios en la historia se resume en reunir todas las cosas en Cristo (Ef.: 1:9,10 ). O sea que Cristo sea el centro y la cabeza de todas las cosas creadas. Es a esto que nos referimos cuando cantamos la alabanza Dios de la historia, al declarar: Antes del tiempo planeaste la exaltación de tu Hijo.
Todo, de alguna manera apunta a la grandeza de Cristo, sin embargo existe algo en la creación que lo hace de una manera única: La iglesia. En Juan 8:12 Jesús se proclama como la Luz del mundo. Sin embargo en Mateo 5:14, es la iglesia que es presentada de esa manera. ¿Por qué? Porque al final del capítulo cuatro, muchos fueron expuestos a la luz de Cristo (Mateo 4:12-17), ahora ellos reflejaban esa luz. Cristo es el sol brillante, nosotros somos el astro que al ponerse frente al sol refleja su luz.
La fuente de donde vemos, contemplamos y recibimos esa gloria para reflejarla al mundo es el Evangelio. Ese mensaje es llamado el evangelio de la gloria de Cristo (2Co. 4:4), y el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo (Ef.: 3:8 ). Juan dice que ellos vieron la Gloria de Cristo (Juan 1:14). Luego en su epístola afirma que su mensaje (el evangelio), se trataba de lo que ellos vieron, oyeron y palparon de Cristo (1Juan 1:1-3). Así que, el evangelio se encuentra en el mismo centro de la razón de ser de nuestra iglesia. Y cuando hablamos del Evangelio es necesario aclarar que hablamos de las buenas noticias acerca de la muerte y resurrección de Cristo a nuestro favor, en cumplimiento a las promesas de Dios hechas en el A.T. (1Co. 15:1-4).
Esta exhibición de la Gloria de Cristo no debe limitarse a tiempos y espacios relacionados con lo religioso, debe ser en todo lugar, porque todo pertenece a Cristo (Mateo 28:18), y toda nuestra vida es para él.