La hipnosis es una técnica terapéutica que puede ser de gran utilidad, pero su uso en espectáculos ha contribuido a generar una serie de mitos sobre la misma. Algunos le atribuyen poderes paranormales y otros, en cambio, piensan que no sirve para nada.
Los avances en las neurociencias han descubierto un patrón específico de actividad mental demostrado y demostrable a través de técnicas de diagnóstico por imágenes. Existe un amplio campo de investigación acerca de los efectos en la memoria y sobre las áreas cerebrales implicadas en la disminución del dolor y cómo se van modificando cuando se aplica la hipnosis.
Por ello, a día de hoy, sus aplicaciones son tan variadas como eficaces.
Para poder entender de qué estamos hablando, primero es importante saber de qué se trata la hipnosis y que cosas se confunden con hipnosis, pero no podrían ser catalogadas como tal.
Empecemos primero por definir que NO es hipnosis:
Es decir, en la hipnosis entramos en un estado de conciencia similar al que se logra en la meditación profunda. La diferencia es que en la hipnosis existe una sugestión. Una persona, en este caso el hipnotizador, mediante la sugestión influye en nuestra conducta.
Cabe preguntarse entonces qué es exactamente la sugestión. Es la capacidad de influir en las emociones, los pensamientos y las conductas de otra persona. Por lo tanto, podría existir sugestión sin hipnosis, de hecho, la psicoterapia es un proceso de sugestión donde el terapeuta, a través de la palabra, busca influir en sus pacientes para lograr que estos cambien sus patrones de comportamiento.
Sin embargo, bajo el estado hipnótico la sugestión es mucho más fuerte, más intensa y por lo tanto con mejores resultados. Esto se debe a que bajo el efecto de la hipnosis podemos conectar con las zonas más primitivas del cerebro, como el sistema límbico (donde se centran las emociones).
Mientras las zonas más lógicas y racionales como los lóbulos frontales parecen estar menos despiertas, por lo que no generamos rechazos o excusas a las sugerencias del hipnotizador.
Aunque la hipnosis clínica tiene sus limitaciones, y si bien puede ser de gran ayuda en algunos casos, en algunos otros parece no tener ningún efecto.
El primer requisito para que la hipnosis funcione, es que la persona desee ser hipnotizada, como ya dijimos, y que esté de acuerdo con el objetivo de la hipnosis. Por ejemplo, si María acepta ser hipnotizada para dejar de fumar, pero el terapeuta le pide que se suba sobre la mesa y cante, muy probablemente María no responderá a esta orden, pues sólo funcionará para modificar las conductas que María quiere modificar.
En segundo lugar, no olvidemos que la hipnosis no es una psicoterapia, es sólo una técnica complementaria. Pongamos otro ejemplo. Supongamos que Ana tiene problemas de insomnio y recurre a la hipnosis, esta técnica le ayudará, pero no se curará definitivamente de su insomnio hasta que descubra la causa de sus desvelos o hasta que aprenda a manejar su ansiedad de modos más adecuados.
La hipnosis junto con psicoterapia ha mostrado ser efectiva para:
Eso es muy relativo, dependerá del objetivo para el que cual se aplique esta técnica, así como de las particularidades de cada paciente. Por ejemplo, Juan y Pedro quieren dejar de fumar y recurren a la hipnosis clínica. Juan empezó a fumar hace menos de un año y sólo fuma de tres a cuatro cigarrillos por semana. Pedro en cambio fuma hace más de 10 años, y su consumo de cigarrillos es de aproximadamente una cajetilla al día. ¿Juan y Pedro necesitarán la misma cantidad de sesiones? No hay duda de que no.
La cantidad de sesiones necesarias, la duración de las mismas y las órdenes que se darán en estado hipnótico, son decisiones que el terapeuta deberá tomar según cada caso particular.
Antes de iniciar el proceso, es necesario que el terapeuta conozca el grado de sugestionabilidad del paciente. Ya que no todos somos influenciables en el mismo grado. De esto dependerá la dificultad de hipnotizar a alguien.
El proceso de hipnosis en sí mismo puede dividirse en tres fases:
En conclusión, podemos decir que la hipnosis clínica es una técnica que junto con la psicoterapia puede ayudarnos a conseguir grandes resultados a la hora de manejar nuestras emociones y modificar nuestra conducta. Si esta técnica es de tu interés, busca un profesional competente en el tema que pueda llevar el proceso de la manera más eficiente posible y anímate a probar sus resultados.