Colectivo Cultural "La Zorrería": entrevista a Angrela Martínez
Por qué esta sección se incluye entre nuestros materiales.
Si bien los planteos y propuestas iniciales de esta investigación se orientan hacia la literatura, los estudios literarios y el lazo entre los géneros literarios con las nociones de género, no es ajena a la misma la revisión de las prácticas educativas y la reflexión acerca de las pedagogías de la sexualidad, entendidas éstas en su carácter polisémico, histórico, político-ideológico y situado. Y dado que las experiencias y los testimonios suelen resultar una puerta de acceso tanto al pensamiento crítico como a la autoevaluación de posicionamientos, métodos y estrategias es que queremos compartir las siguientes entrevistas a dos referentes de distintos espacios nacidos en el fragor de la batalla por la igualdad de derechos en materia de colectivos marginalizados. Notaremos que más que una lid concluida, estas experiencias tratan de combates en ciernes, en un estado primigenio, con extensos hiatos y vaivenes, pero que bien vale la pena destacar. Para la ocasión elaboramos un recorrido de preguntas específicas y puntuales cuyas respuestas oiremos desde las propias voces de las protagonistas.
En primer término, daremos a conocer nuestra charla con Angrela Martínez, integrante del colectivo cultural, diverso y disidente “La Zorrería” con sede en Monte Grande en el partido de Esteban Echeverría al sur del conurbano bonaerense. Desde este espacio, hace poco más de tres años se viene llevando a cabo una experiencia pedagógica vinculada con el colectivo LGTBQIA+.
También hemos tenido el placer de conversar con Daniela Luna, parte del plantel docente y organizador (convengamos que lxs profes hacen de todo en estos espacios que no cuentan con edificio propio ni con personal auxiliar designado) de los otrora bachilleratos populares devenidos en FINES como recurso de supervivencia. Daniela nos contó acerca de la experiencia pedagógica vinculada con el Bachillerato trans que funciona en Lomas de Zamora, también al sur del conurbano bonaerense.
Todo puede ser tan hermoso, todo puede ser tan fértil, tan imprevisible cuesta creer que sea obra de un dios. El lenguaje es mío. Es mi derecho, me corresponde una parte de él. Vino a mí yo no lo busqué, por lo tanto, es mío. Me lo heredó mi madre, lo despilfarró mi padre. Voy a destruirlo, a enfermarlo, a confundirlo, a incomodarlo, voy a despedazarlo y a hacerlo renacer tantas veces como sean necesarias, un renacimiento por cada cosa bien hecha en este mundo. (Las malas)