SUSCRIBETE A MI CANAL DE YOUTUBE
Cambiamos a la pestaña Inicio de Windows y pulsamos en Abrir el Administrador de Tareas. En esta utilidad vamos a la solapa Inicio, seleccionamos los servicios activos, y por cada uno pulsamos en Deshabilitar. Cerramos ambas herramientas abiertas con el botón Aceptar, y reiniciamos el ordenador para obtener un Arranque Limpio. Si quieres saber cómo se hace en Windows Vista, 7 u 8, entra en esta página de Microsoft.
Tras el arranque limpio prueba a instalar el programa o driver que daba problemas, y comprobar si funciona. Si lo hace, había un conflicto con los servicios de arranque. Ve activándolos de uno a uno en Configuración del Sistema hasta descubrir cual da problemas.
Para volver al arranque estándar arranca msconfig en el buscador, entra en la solapa General y pulsa en Inicio Normal. Ve a la pestaña Servicios, desmarca Ocultar todos los servicios de Microsoft y pulsa en Habilitar todos. Pasa a la pestaña Inicio de Windows, pulsa en Abrir el Administrador de Tareas, entra en la solapa Inicio, y habilita todos los servicios que habías deshabilitado. Acepta y reinicia Windows.
Si Windows ha quedado tan pillado que se reinicia constantemente, tras 3 o 4 reinicios se pondrá en marcha el Modo de reparación automática.
Restaurará los archivos de arranque y aparecerá el menú avanzado de inicio que mencionamos en la solución anterior. Hay que pulsar en Solucionar problemas, Opciones Avanzadas y Restaurar el Sistema.
Windows 10 arrancará en el último punto de restauración existente. Se crea uno automáticamente antes de instalar una actualización de Windows o un driver. Ten en cuenta que desaparecerán los programas y drivers instalados después de ese punto de restauración, pero no los archivos personales.
También puedes restaurar el sistema tecleando Punto de Restauración en el buscador de Windows y pulsando en Restaurar Sistema.
Si has desinstalado actualizaciones y has restaurado el sistema, pero Windows sigue sin funcionar, es hora de tomar medidas más drásticas.
En el buscador de Windows pon Cambiar opciones avanzadas de Inicio. Verás una sección llamada Restablecer este PC. Esta herramienta intenta recuperar Windows manteniendo los archivos personales.
Otra opción aún más radical es Comenzar de cero. Pon en el buscador Centro de Seguridad de Windows Defender. Toca en Rendimiento y estado del dispositivo y luego en Comienzo de cero. Te permitará reinstalar Windows por completo manteniendo tus archivos personales:
También existe la posibilidad de que un pantallazo azul aparezca durante una actualización de Windows, o tras instalarlo por primera vez. Desconecta todo el hardware que puedas, y vuelve a probar. Desinstala las últimas actualizaciones o realiza un reinicio limpio tal como hemos explicado en pasos anteriores.
La Pantalla Azul de la Muerte es un problema grave, pero por suerte los Windows modernos están preparados para arreglar cualquier problema sin demasiadas molestias, salvo que se trate de un fallo de hardware o una incompatibilidad seria.
Los pantallazos azules son los errores más críticos de Windows y pueden aparecernos en cualquier momento, cuando menos nos lo esperamos. Estos pantallazos azules, aunque molestos, suelen servidor para proteger nuestro sistema y todos nuestros datos ante un fallo inminente que, de ejecutarse, podría corromper todo nuestro sistema, o simplemente pueden aparecer al ser incapaz Windows de procesar una instrucción concreta en el hardware por diversos motivos. Existen muchos tipos de errores dentro de los pantallazos azules, pero en esta ocasión vamos a centrarnos en el error CRITICAL_PROCESS_DIED.
Muchas veces, Windows nos indica qué ha generado un error en el sistema, lo que nos da la posibilidad de identificar al causante y poder solucionarlo de una forma relativamente sencilla. Sin embargo, en otras ocasiones, Windows puede mostrarnos errores demasiado genéricos que no nos dan a entender qué ha pasado ni nos ayudan a solucionar el error.
Uno de estos errores suele aparecer de repente, mientras utilizamos nuestro ordenador y vemos cómo Windows se bloquea, aparece la conocida (y renovada) pantalla azul triste de error de Windows y, dentro de la descripción, podemos ver un mensaje que dice «CRITICAL_PROCESS_DIED«.
Debido a las medidas de seguridad de Windows y a los controles para evitar que otras aplicaciones no autorizadas puedan acceder a ciertas partes del sistema y modificar, por ejemplo, los archivos más sensibles del sistema operativo, cuando Windows detecta una modificación no autorizada en un proceso o alguno de estos ficheros bloquea el sistema automáticamente para evitar daños, apareciendo este error con el mensaje de que un proceso crítico ha muerto.
Este error puede ser causado por una gran variedad de razones, aunque las más frecuentes son un problema con un controlador (especialmente de tarjetas gráficas, tarjetas de red, Wi-Fi e impresoras y escáneres) o un malware que intenta tomar el control de nuestro sistema aprovechándose de alguna vulnerabilidad.
La mayoría de las veces, tras reiniciar el sistema, este volverá a arrancar sin problemas y, una vez lo haga, antes de que vuelva a aparecer debemos tomar las medidas necesarias para remediarlo. En caso de que no arranque y entremos en un ciclo continuo de reinicios, debemos arrancar nuestro ordenador en modo seguro, o a prueba de fallos, para poder identificar al causante del problema y poner remedio.
Tanto si nuestro ordenador enciende de normal como si tenemos que arrancar en modo seguro, el primer paso será configurar un «inicio limpio» en nuestro Windows de manera que el sistema operativo tan solo arranque con lo necesario para poder funcionar con normalidad. Para ello, buscaremos en Cortana (o ejecutaremos) el comando «msconfig» y nos desplazaremos hasta el apartado «Servicios».
En este apartado, tal como muestran las flechas, debemos ocultar los servicios de Windows (para evitar desactivar alguna cosa que no debamos) y desactivaremos todo lo demás que nos aparece, que serán todos los servicios de terceros que se cargan junto a Windows. Podemos desactivarlos uno a uno o utilizar el botón para ello.
Una vez desactivados, reiniciamos de nuestro ordenador y esperamos a ver si vuelve a aparecer el fallo. De ser así, debemos seguir con los pasos anteriores. De no ser así, el causante de los fallos es algún programa instalado, por lo que debemos volver a hacer este paso activando uno a uno los servicios hasta que el error vuelva a aparecer, identificando así al responsable.
Desinstalada la aplicación causante de los problemas los errores deberían haber desaparecido.
Muchas veces este error se debe a un fallo con un controlador o a que algún elemento del sistema ha sido modificado. Por ello, si el error ha empezado a aparecer de repente, una de las mejores soluciones por las que podemos optar es por restaurar nuestro sistema a un estado anterior.
De esta forma, por ejemplo, si el causante es un controlador en mal estado o una aplicación actualizada, al restaurar al estado anterior y revertir los cambios, el problema debería desaparecer.
También podemos ejecutar el comando «sfc /scannow» desde una ventana de CMD con permisos de administrador que comprobará la integridad de todos los archivos de Windows y, si alguno de ellos ha sido modificado por alguna razón, lo restaurará a su versión original.
También es posible que la culpa sea un controlador en mal estado. Por ello, el siguiente paso que debemos probar es a actualizar todos nuestros drivers en Windows de manera que si alguno de ellos está dañado, obsoleto o se trata de una versión defectuosa (como ha pasado alguna vez con las gráficas Nvidia), al instalar la nueva versión los problemas deben desaparecer.
Los drivers podemos actualizarlos manualmente, todos ellos bajados desde las páginas de los fabricantes, o utilizar una herramienta como IObit Driver Booster que nos permita fácilmente actualizar todos nuestros drivers automáticamente.
Por último, también es posible que este problema se deba a un fallo en el hardware. Cualquier componente del ordenador puede ser el responsable, desde el procesador o la memoria RAM hasta una simple tarjeta conectada al puerto PCI.
Por ello, el siguiente paso será comprobar que los componentes de nuestro ordenador están en condiciones. Para ello, podemos utilizar herramientas como Memtest86 que nos permiten saber si el procesador y la RAM están en condiciones.
Para descartar problemas con nuestra tarjeta gráfica podemos utilizar cualquier aplicación de benchmark, igual que para el disco duro puede servirnos una aplicación que nos permita conocer el estado SMART del disco (como CrystalDisk Info) o un programa como AIDA64 que nos muestra todo tipo de información útil sobre nuestro ordenador, como, por ejemplo, los voltajes de la fuente de alimentación y muchos de los componentes.
Por último, si todo lo anterior ha fallado, lo único que nos queda por hacer es comprobar que nuestro sistema está limpio de malware utilizando un antivirus actualizado (a ser posible, desde el modo a prueba de fallos, para más seguridad).
También podemos probar si nuestro ordenador falla mientras utilizamos un sistema operativo LIVE, como Ubuntu o Tails y, en caso de que con estos sistemas Linux cargados desde la RAM todo funcione con normalidad, el último paso es formatear nuestro ordenador y volver a reinstalar Windows desde cero, ya que esta será la manera más eficaz para acabar con este problema.