Contaminación Y COVID-19

La contaminación del aire aumenta el riesgo de muerte por Covid-19

Un nuevo estudio alerta de que las zonas con mayores índices de contaminación atmosférica tendrían también un índice de mortandad mayor en caso de infección por coronavirus SARS-CoV-2.

Fuente: Redacción National Geographic - PIControl Ing.

La contaminación del aire es un factor de riesgo en casos de infección del coronavirus SARS-CoV-2

Las autoridades sanitarias de Estados Unidos estiman que entre 100.000 y 240.000 de los habitantes de este país podrían fallecer a causa de la epidemia del Covid-19, una enfermedad que ha demostrado causar más estragos entre población en riesgo: personas mayores, embarazadas, aquellos que cuentan con patologías previas o quienes han estado expuesto durante tiempo a altos niveles de contaminación atmosférica, según una nueva investigación. El Estudio de Carga Mundial de Morbilidad (Global Burden of Disease), identificó la contaminación del aire como un factor de riesgo para la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y totales hasta el punto de hacerle responsable cada año de unos 5,5 muertes prematuras en todo el mundo.

La contaminación es, pues, un agravante que podría empeorar el estado de salud de los pacientes afectados por la pandemia. Según un estudio en estado de revisión (pre-printing) dado a conocer recientemente por científicos de la Universidad de Harvard, el aumento de un micrómetro de partículas finas (PM2,5) por metro cúbico de aire estaría asociado con un incremento de un 15% de la tasa de mortalidad por Covid-19.

El aumento de un micrómetro de partículas finas (PM2,5) por metro cúbico de aire estaría asociado con un incremento de un 15% de la tasa de mortalidad por Covid-19.

El estudio considera un nivel de contaminación elevado, aquellos casos en los que las partículas finas (PM 2.5) se sitúan por encima de los 13 microgramos por metro cúbico, una ratio muy superior al promedio registrado en Estados Unidos (8,4 microgramos).

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores realizaron un minucioso recuento de todos los fallecidos por Covid-19 en todos los condados de Estados Unidos y cruzaron los datos con los promedios de niveles de contaminación -expresados en la concentración de partículas PM2.5- entre los años 2000 y 2016. "Los resultados sugieren que la exposición a largo plazo a la contaminación del aire aumenta la vulnerabilidad a experimentar los resultados más severos de Covid-19" explica Francesca Dominici, codirectora de la Iniciativa de Datos Científicos de la Universidad de Harvard y autora principal del estudio.

Lo primero es que la calidad del aire es importante. La Organización Mundial de la Salud dice que la contaminación del aire mata a unos 7 millones de personas por año. ¡Siete millones! Eso es casi la población de Chicago y Los Ángeles, combinada.

Las conclusiones del estudio arrojan un mapa de riesgos en función de la contaminación acumulada que está ahora a disposición de las autoridades federales, estatales y locales encargadas de llevar a cabo las políticas públicas encaminadas a combatir el nuevo coronavirus, como pueden ser el distanciamiento social o la adecuación de las instalaciones sanitarias para atender a los casos más graves.

Partículas en suspensión

Las PM 2.5 corresponden a las llamadas ‘partículas en suspensión’, diminutos cuerpos sólidos o pequeñas gotas contaminantes que proceden generalmente de la combustión de combustibles fósiles. En este caso, su tamaño diminuto (igual o menor a los 2,5 micrómetros, 30 veces más pequeño que un cabello humano), pueden penetrar fácilmente en los pulmones y causar estragos en nuestro sistema respiratorio. Los resultados del estudio subrayan la importancia de seguir haciendo cumplir las regulaciones existentes de contaminación del aire para proteger la salud humana durante y después de la crisis COVID-19.

Los niveles elevados de dióxido de nitrógeno en el aire pueden estar asociados con un alto número de muertes por COVID-19, según un nuevo estudio realizado por la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg (MLU), en Alemania, que proporciona datos concretos que respaldan esta suposición por primera vez. El documento combina datos satelitales sobre la contaminación del aire y las corrientes de aire con muertes confirmadas relacionadas con el COVID-19 y revela que las regiones con niveles de contaminación permanentemente altos tienen significativamente más muertes que otras regiones. Los resultados fueron publicados en la revista Science of the Total Environment .

El dióxido de nitrógeno es un contaminante del aire que daña el tracto respiratorio humano. Desde hace tiempo se sabe que causa muchos tipos de enfermedades respiratorias y cardiovasculares en humanos. «Dado que el nuevo coronavirus también afecta el tracto respiratorio, es razonable suponer que podría haber una correlación entre la contaminación del aire y el número de muertes por Covid-19″, dice el Dr. Yaron Ogen, del Instituto de Geociencias y Geografía de la MLU. Los automóviles y buses diesel consumen menos combustible, pero causan más contaminación atmosférica al emitir niveles muy superiores de dióxido de nitrógeno (NO2) y partículas en suspensión, dos de los principales contaminantes del ambiente. La contaminación diésel provoca el 90% del NO2 acumulado en el aire.


En Madrid se ha reducido sustancialmente la contaminación atmosférica