Los procesos cognitivos superiores son operaciones mentales complejas que nos permiten comprender, analizar y manipular información de manera abstracta y estratégica. A diferencia de los procesos básicos (como la sensación o percepción), los procesos superiores involucran habilidades avanzadas que requieren la integración de múltiples capacidades cognitivas.

Estos procesos incluyen el pensamiento, el lenguaje, la inteligencia y la creatividad, y son fundamentales para resolver problemas, tomar decisiones, planificar, crear y comunicarse. Además, son esenciales para adaptarnos a entornos cambiantes y enfrentar desafíos de manera eficaz.

Por ejemplo, al resolver un problema matemático, usamos el pensamiento lógico y creativo para analizar las opciones, el lenguaje para interpretar el enunciado, y la inteligencia para aplicar el conocimiento adquirido previamente.

Los procesos cognitivos superiores son característicos del ser humano, aunque en ciertos grados pueden observarse en otros animales, especialmente en tareas relacionadas con la resolución de problemas o la comunicación. Sin embargo, su nivel de complejidad en los humanos está influido por factores como la educación, la cultura y el entorno social.

En términos prácticos, estos procesos no operan de forma aislada, sino que trabajan en conjunto para ayudarnos a alcanzar metas, comprender el mundo y expresar nuestra individualidad.