Con los años, una dieta balanceada, mucha actividad física y con los corticoides fuera de mi cuerpo, me convertí en una adolescente delgada y alta y logré el cuerpo deseado de una bailarina. Pero como mi biotipo no era específico de una bailarina, siempre tuve muchas dificultades y exigí mucho de mí y de mi cuerpo.