El telescopio espacial Hubble de la NASA ha detectado en el agujero negro supermasivo de la Vía Láctea los vestigios de un “chorro fantasma” parecido a un soplete: la fuga se remonta a varios miles de años e indicaría que la gigantesca estructura se encuentra dinámica y activa.
Astrónomos de la NASA han descubierto, mediante observaciones en múltiples longitudes de onda con el telescopio espacial Hubble y otros instrumentos, que el agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la Vía Láctea presenta una fuga: las emanaciones serían producto de parte del material sobrecalentado que expulsa ocasionalmente la enorme estructura, debido a la acumulación de estrellas o nubes de gas. El fenómeno indicaría que el agujero negro todavía está activo, pero en una escala menor de producción de energía que los estallidos conocidos anteriormente.
Según una nota de prensa, el chorro de material habría sido expulsado del agujero negro hace aproximadamente 2.000 años: la fuga fue identificada a partir de los datos infrarrojos del telescopio Hubble, pero la información se enriqueció con los telescopios Chandra, Alma y VLA, que aportaron datos de rayos X y radio. El nuevo estudio, liderado por el científico Gerald Cecil de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, fue publicado recientemente en The Astrophysical Journal.
La Vía Láctea se encuentra rodeada por dos enormes burbujas de plasma de gran brillo, que pueden apreciarse en rayos gamma y rayos X. Estas burbujas son evidencia de un estallido explosivo del agujero negro supermasivo, que ocurrió hace unos 2 millones de años. Sin embargo, aunque los astrónomos ya conocían estas estructuras, al sondear profundamente en el núcleo de la galaxia apreciaron una nube de hidrógeno brillante cerca del agujero negro.
Cuando se acercaron un poco más en detalle a esta nuble de hidrógeno, comprobaron que la misma está siendo golpeada por un chorro de material alargado y que se manifiesta en forma de columnas. Se trata de una fuga de “residuos” extremadamente calientes que expulsa el agujero negro, y que son parte de las estrellas y el gas que va acumulando como producto de su atracción gravitacional. Al parecer, estas fugas se repetirían ocasionalmente cada varios miles de años.
Tracing the Milky Way’s Vestigial Nuclear Jet. Gerald Cecil, Alexander Y. Wagner, Joss Bland-Hawthorn, Geoffrey V. Bicknell and Dipanjan Mukherjee. The Astrophysical Journal (2021). DOI:https://doi.org/10.3847/1538-4357/ac224f
Foto: esquema basado en observaciones de múltiples longitudes de onda de una “fuga” en el enorme agujero negro ubicado en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Créditos: NASA, ESA, Gerald Cecil (UNC-Chapel Hill) y Dani Player (STScI).
Video: NASA Goddard / YouTube.
UNIVERSIDAD DE OXFORD Y LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
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La investigación fundamental de la IA se lleva a cabo en varios departamentos, incluidos los de informática, ingeniería, matemáticas, estadística y el Instituto de Internet de Oxford.
La investigación sobre las aplicaciones de la IA se lleva a cabo en toda la Universidad, desde la medicina hasta las ciencias sociales y las humanidades, donde las tecnologías de la IA brindan nuevas formas de recopilar, procesar y analizar datos.
Ha habido un rápido desarrollo en la IA, particularmente en el subcampo de la IA conocido como aprendizaje automático, y en la visión artificial, con los investigadores de Oxford al frente de esta revolución. Los avances científicos fundamentales están en el centro de esta progresión.
La seguridad de los enfoques basados en IA y las consideraciones éticas de las tecnologías también son de gran interés y los académicos de Oxford están desempeñando un papel de liderazgo en el asesoramiento a la industria y a los altos funcionarios del gobierno, y en el debate de temas con el público en general.
(Fuente : universidad de Oxford)