PASOS PARA UNA BUENA CONFESION
Examen de conciencia. Revisar nuestra conducta para saber cuales son nuestros pecados.
Dolor de los pecados. Arrepentirnos de las cosas malas que hicimos.
Propósito de enmienda. Tener el verdadero propósito de no volver a cometer los pecados confesados.
Confesión. Decir TODOS los pecados al sacerdote.
Penitencia. Cumplir las oraciones o lo que el sacerdote nos imponga como representante de Cristo.
EXAMEN DE CONCIENCIA DIEZ MANDAMIENTOS
1º Amarás a Dios sobre todas las cosas
¿Amamos verdaderamente a Dios por encima de todo, o a veces damos más importancia a las cosas de este mundo: dinero, imagen, ropa, popularidad, o deseos egoístas?
¿Afirmamos tener buenos valores, pero a menudo no los ponemos en práctica para “no desentonar”?
¿Nos dirigimos a Dios con oración de gracias, o rezamos solamente cuando tenemos necesidad de algo?
¿Queremos realmente ser transformados por la voluntad de Dios, o utilizamos nuestra religión con el fin de “parecer” buenos cristianos?
2º No tomarás en nombre de Dios en vano
¿Faltamos al respeto al nombre de Dios, dándole un mal uso por frustración, rabia o para parecer “duros” ante los demás?
¿Dudamos en mencionar el nombre de Dios en situaciones que se prestan a ello, o en conversaciones con amigos y familiares por guardar respeto humano?
¿Continuamos aprendiendo acerca de Dios, prestando atención en la Iglesia, en las clases de la educación en la fe o en la lectura de artículos sobre formación cristiana, ya sea en periódicos y revistas católicas, ya en la prensa laica y en los programas de radio y televisión?
3º Santificarás las fiestas
¿Vamos a la Iglesia para celebrar la Eucaristía los domingos y fiestas de guardar? ¿O vamos a Misa sólo cuando nos “conviene” o nos hace “sentirnos bien” o “nos nace”?
¿Participamos en la Eucaristía orando y uniéndonos a los cantos e himnos, o nos sentamos simplemente como espectadores, y esperamos que nos entretengan?
¿Reconocemos la Presencia Verdadera de Cristo en la Eucaristía y recibimos la Santa Comunión con respecto y reverencia?
4º Honrarás a tu padre y a tu madre
¿Contribuimos a traer paz y felicidad a nuestras familias o somos irrespetuosos con los demás y una fuente de dolor y división para aquellos que están más cercanos a nosotros?
Como padres,
¿Somos generosos y pacientes con nuestros hijos? ¿Les dedicamos tiempo y les prestamos la atención que necesitan? ¿Les marcamos responsablemente los límites correctos y nos aseguramos de que siguen normas que les ayudarán a crecer como adultos responsables?
¿Estamos dispuestos a decirles que “no” a nuestros hijos cuando hace falta, o tendemos más bien a ignorar pasivamente sus problemas de comportamiento y esperar a que “desaparezcan por sí solos”? ¿Escuchamos con atención a nuestros hijos y los tratamos con respeto?
Como hijos,
¿Amamos, respetamos y obedecemos a nuestros padres? ¿Apreciamos todos los sacrificios que hacen por nosotros? ¿Decimos lo bastante a menudo “gracias” y te quiero? ¿Les prestamos todos los servicios posibles?
¿Hacemos nuestras tareas sin que se nos tenga que urgir que las hagamos? Cuando nuestros padres nos ordenan hacer algo, ¿esperamos a que se disgusten para hacerlo? ¿Escuchamos el razonamiento de nuestros padres cuando nos dicen que no?
5º No matarás
¿Hemos dañado a otra persona por descuido o pleitos? ¿Nos hemos puesto, a nosotros mismos o a otros, en peligro por el uso imprudente del alcohol u otras drogas? ¿Hemos causado dificultades, a nosotros o a los demás, por este uso?
¿Hemos arriesgado nuestras vidas por conducir o viajar con alguien que está bajo la influencia del alcohol u otras drogas?
¿Hemos aconsejado a alguien el aborto? ¿Hemos tenido que ver en algún aborto de alguna manera? ¿Lo he llevado a cabo en mi persona? ¿Sé que la persona que aborta o practica el aborto o practica el aborto incurre en la pena de excomunión?
¿Nos esforzamos por perdonar a quienes nos ha herido, o nos asimos al resentimiento y al deseo de venganza?
¿Usamos bien nuestra influencia, especialmente nuestro derecho al voto, con el fin de luchar contra la guerra, la opresión, el aborto y la injusticia, o permitimos que continúen esos males con nuestra apatía y silencio?
¿Hemos sido violentos o abusivos en acciones o palabras?
¿Hemos lastimado verbalmente a nuestros hijos, a otros familiares o a otras personas?
¿Compartimos lo que tenemos con los que están en apuros?
¿Apoyamos la vida y misión de la Iglesia con nuestra colaboración responsable, compartiendo nuestro tiempo, talento y nuestros bienes?
¿Llevamos nuestro cristianismo a las situaciones cotidianas, o lo mantenemos al margen? ¿Nos quejamos de todas las faltas que detectamos en los demás?
6º No cometerás actos impuros
¿Respetamos la dignidad del cuerpo humano y la santidad del matrimonio cristiano? ¿Mostramos ese respeto en nuestro hablar, o son las bromas y lenguaje soez parte frecuente de nuestras conversaciones?
¿Entendemos y apreciamos el regalo de nuestra sexualidad como un medio para expresar nuestro amor –y el amor de Dios– en el Sacramento del Matrimonio?
¿Hemos sido fieles a nuestro matrimonio, o a nuestros votos sacerdotales o religiosos? ¿Guardamos nuestros compromisos solamente porque dijimos que lo haríamos, o buscamos con ello ayudarnos a crecer, a nosotros y a los demás, por medio del cumplimiento de esos compromisos?
¿Hemos deshonrado nuestros cuerpos por fornicación o la impureza, o por conversaciones y pensamientos indignos que conducen a acciones impuras?
¿Hemos inducido a otros a pecar con nuestra incapacidad de mantener buenos criterios morales?
7º No robarás
¿Respetamos la propiedad de los demás? ¿Hemos robado, dañado o cometido vandalismo con la propiedad de otros?
¿Hemos engañado en el trabajo o en la escuela? ¿Hemos inducido a pecar a otros, presionándolos para ayudarnos a engañar?
¿Somos honrados y trabajadores en la escuela y en el trabajo?
¿Somos fieles a nuestras promesas? ¿Somos de fiar?
¿Respetamos la naturaleza? ¿Hacemos buen uso de todos sus elementos?
¿Pensamos en los demás al hacer uso de los bienes de la naturaleza?
8º No darás falso testimonio ni mentirás
¿Hemos mentido para librarnos de problemas o evitar una situación difícil?
¿Murmuramos de los demás? ¿Hemos dañado la reputación de otras personas exagerando o inventando historias acerca de ellas?
¿Se nos puede confiar un secreto?
¿Damos la cara por los que son injustamente acusados, o no somos más que un canal por el que pasan los rumores, sean o no ciertos?
9º No consentirás pensamientos ni deseos impuros
¿Hemos debilitado o dañado nuestro compromiso matrimonial por nuestra obsesión por otra persona?
¿Respetamos los compromisos de los demás y los ayudamos a mantenerse fieles a sus promesas?
¿Tratamos con ligereza nuestro matrimonio en nuestras conversaciones y actitudes?
¿Hemos dicho o hecho algo que haga burla de nuestras sagradas promesas?
10º No codiciarás los bienes ajenos
¿Estamos satisfechos con lo que Dios nos da, o estamos celosos de los que parecen tener más?
¿Tratamos de demostrar que somos mejores que los demás fanfarroneando o comprando cosas con ese fin?
¿Apreciamos nuestras buenas cualidades, o constantemente nos comparamos con otros y nos resentimos y amargamos?
¿Nos enfrentamos bien a los problemas que se nos presentan, y mantenemos nuestra esperanza cristiana a pesar de los malos ratos y dificultades?
¿Buscamos –verdaderamente- “primero el Reino de Dios” en nuestras vidas y ponemos en él nuestra confianza?
¿Reflejamos la paz, esperanza y alegría de un pueblo redimido y santificado por la Sangre de Cristo?
Señor mío Jesucristo, me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido porque por mis pecados he perdido el cielo y merecido del infierno pero mucho más porque por mis pecados he ofendido a ti que eres infinitamente bueno y digno de todo mi amor.
Propongo firmemente con la ayuda de tu gracia confesar mis pecados, cumplir la penitencia queme fuera impuesta y enmendar mi vida. Amen.