El tiempo se detuvo mientras el joven Alan Ruxton miraba la espalda de John Clock con la boca abierta. No era como las espaldas de los demás hombres, que parecían más bien sacos de maíz. Cuando Clock agarró con fuerza la soga que lo retenía, decenas de músculos se acomodaron bajo su piel brillante por el sudor.

Alan recordó súbitamente la tarde en que el tío Richy se presentó en el rancho con un kiowa viejo como el sol. El indio se metió en la fresquera con un saco vacío y el tío Richy se puso a contar en voz alta mientras padre limpiaba el rifle como si aquello no fuese con él. Había contado hasta sesenta y tres cuando el indio salió de la fresquera y arrojó el saco delante del porche. En su interior se revolvían cuatro serpientes. Parecía que fueran cien, pero cuatro fueron los dedos que el indio levantó orgulloso.

La espalda de John Clock palpitaba como aquel saco lleno de serpientes y todos los ojos de New Creek la miraban sin pestañear. El tiempo volvió a correr cuando el látigo restalló sobre ella.


Tamaño: 9,5 x 15 cm. | Páginas: 140 | Sobrecubierta desplegable:  32 x 45 cm.ISBN: 978-84-949333-9-4 

En un mundo condenado a repetir sus peores errores, dos muchachos se convierten en adultos atravesando una estampida de ritos de paso. Alan y Tulie reescriben el Génesis en un viaje atroz, repleto de maravillas, en el que inventan con pureza el sexo y el western, reconstruyen a los hombres mezclando oro, sangre, palabras, pólvora y acero. 


A Tulie se le escapó un disparo torpe que fue a parar a ninguna parte y cayó de culo. Su caballó huyó. Fue entonces cuando Alan vio los ojos de la bestia. Pudo verlos por unos instantes. Era una mirada parecida a la de un caballo que está tranquilo. No había alarma, ni miedo, ni odio en aquella mirada. Había dignidad. Simplemente parecía cansado, parecía aceptar aquella situación como si fuese lo más normal del mundo. Entonces dobló las patas delanteras y se derrumbó. Supieron que había muerto porque, cuando dejó de respirar, se impuso el silencio en la pradera.

La balada de la mano de oro. Kadmon & Penderton. 2024.


*

Con un latigazo sacramental, Alan y Tulie son arrojados del Paraíso a la Frontera, el espacio violento y salvaje en el que el Nuevo Mundo resiste el asedio del progreso. En este país mitológico tiene lugar el viaje de nuestros héroes.

La balada de la mano de oro contiene todos los westerns a la vez: el anterior a la llegada del hombre blanco, el del choque cruento del acero contra la tierra, el de la honda tristeza por la oportunidad desperdiciada, el de las revelaciones, el genocidio y las praderas tapizadas de inmensas manadas de búfalos, el del caballo de hierro, el de un mundo sin mujeres, aquel en el que la estupidez es más letal que las víboras, el desierto y los comanches, el de la sicalipsis del pulp, el spaghetti y el chorizo, donde no existe una palabra para señalar al sodomita, pero existe la horca para barajar a los hombres.

Con todos ustedes, La balada de la mano de oro, el asterisco transformado en la estrella del sheriff.

 

Pronto a la venta en nuestra tienda online


La balada de la mano de oro / Sobrecubierta desplegada / 32 x 45 cm.
La balada de la mano de oro / Kadmon & Penderton
La balada de la mano de oro / Kadmon & Penderton