Me crié en Pardes Hanna, Israel, y a los seis años empecé a bailar en la agrupación de danza y folclore israelí Hora Pardes Hanna del coreógrafo Dado Kraus, iniciando así mi trayectoria vital en la danza.
Diez años más tarde, empecé a colaborar como voluntario en Ilanit, el hospital de diversidad mental donde trabajaba mi madre, Ina. Se trataba de un grupo de trabajo en el que ayudábamos a los pacientes mediante terapias de movilidad corporal.
En 1995 comencé a estudiar Danza Contemporánea y al mismo tiempo empecé a bailar con la compañía de Yehonatan Carmon en la Opera House de Tel Aviv. Fueron años de intenso aprendizaje, y, aunque no tenía mucha experiencia profesional, muy pronto entré como bailarín en la compañía de Ido Tadmor.
En el año 2000 presenté mi trabajo al Centro Suzzanne Dellal de Danza y Teatro y empecé a bailar en compañías como la Kibbutz Contemporary Dance Company y la Vertigo Dance Company, donde descubrí un nuevo lenguaje corporal conocido como Contact Improvisation.
En el año 2003, comencé a trabajar como coordinador artístico y coreógrafo de la compañía Mayumana. Así fue como llegué a Madrid en 2006, ciudad en la que decidí establecerme para retomar mi proyecto personal: la Compañía Sharon Fridman.
La base técnica que uso en mis obras se centra en la relación entre la gravedad y el equilibrio, y está inspirada en mi madre, que nació con el síndrome de Arnold Chiari. A partir de esta técnica, he desarrollado un nuevo lenguaje corporal al que decidí llamar Práctica INA.
Con este nuevo lenguaje, inicié un proceso de investigación sobre el contacto y las formas en la que se nos representa. Para ello, trabajo en laboratorios con bailarines profesionales y alumnos de conservatorio, públicos y privados, en España y otras ciudades que visito en mis giras.
Hoy en día, todas mis obras están basadas en la técnica Ina y se representan en gran parte del mundo. Muchas de ellas han recibido importantes premios y menciones, como el Max al Mejor Espectáculo por Free Fall en 2015, el Max a la Mejor Coreografía por Erritu en 2019, el Primer Premio y el Premio del Público por Hasta dónde…? en el Certamen de Burgos-Nueva York (2011) y el Premio al Mejor Espectáculo de Danza en la Feria de Teatro y Danza de Huesca por Free Fall y All ways (2014 y 2017 respectivamente).
Desde 2018 la Compañía Sharon Fridman es residente en el Teatro Francisco Rabal de Pinto (Madrid), donde llevo a cabo proyectos con la comunidad y obras de creación propia.
Entre mis producciones más recientes destaca Dosis de Paraíso, estrenada en marzo de 2020 en la Feria de Donostia (dFeria), que inauguró, tras el confinamiento, la temporada de Matadero Madrid 2020 y que ha girado en diversos festivales y teatros en todo el territorio nacional.
En 2022 la compañía ha celebrado sus 15 de años de andadura con el estreno de una nueva obra, Exprímeme_Life in process, donde el espectador ve alzarse la cuarta pared para ser testigo directo de un proceso de creación coreográfica y de la intensa relación existente entre la danza y la vida.
Actualmente compagino la labor de dirección de mi compañía con colaboraciones como coreógrafo invitado, director artístico y diseñador de luces en diversas organizaciones. Entre ellas destacan las obras Crudo Equilibrio, creada para Compañía L’Explose (Colombia), Equilibrio, Fundación Espacio Creativo (Panamá), Corazón de carne, Ka’et Ensemble (Israel), Jondo, Compañía Eduardo Guerrero (España), Yarin, Kukai Dantza (España), Jerusalem, Theater Bielefeld (Alemania) o, próximamente, Berro, creación para Nova Galega de Danza (España).
En septiembre de 2023 se estrenará la versión completa de la obra Go Figure, coproducida por el Festival Oriente Occidente de Rovereto (Italia), donde dos bailarines (uno de ellos con diversidad funcional) buscarán el equilibrio entre forma y emoción.