Nava de Béjar es, por supuesto, un pueblo donde se come bien, y es que su rica y afamada gastronomía típica salmantina es, resumida en una frase, "un buen rato de chorizo, lomo y jamón ibéricos, hornazo, lechazo asado, perrunillas, bollos maimones, patatas revolconas, etc.". En esta sección os mostramos la típica gastronomía navera y salmantina, y en algunas comidas incluímos su receta e ingredientes para prepararlo en casa. ¡Porque Nava de Béjar es... sabor!
Al estar situado a tan solo 7 kilómetros de Guijuelo, capital española del ibérico, Nava de Béjar junto con otras varias localidades de las comarcas de Guijuelo y de la Sierra de Béjar es un pueblo donde también podemos apreciar y degustar exquisitos jamones, embutidos y lomos ibéricos de bellota sin la necesidad de pisar Guijuelo. Actualmente hay dos fábricas de jamones y embutidos ibéricos en el municipio (Antonio Martín Martín y Cárnicas Santi), las dos con el sello de la Denominación de Origen Guijuelo y las dos con jamones, embutidos y lomos iguales de buenos, sabrosos, exquisitos y placenteros que te seducirán y harán que vuelvas muy pronto a la Nava para volver a degustarlos.
Se da el nombre de hornazo a una serie de preparaciones alimenticias de muchas zonas de España. En general, tienen en común que se hacen en el horno con masa de pan engrasada. Otra característica común es que se suelen comer en la época que va desde los Carnavales hasta poco después de la Pascua.
Aquí en la Nava y en Salamanca el hornazo es una empanada que se rellena en crudo con huevos, chorizo y jamón y se cuece al horno; es típica de la provincia salmantina.
Ingredientes
Para la masa: 500 gr. de harina de fuerza de trigo, 100 ml. de agua templada, 50 ml. de vino blanco, 30 ml. de aceite de oliva virgen extra, 60 gr. de manteca de cerdo ibérico, 25 gr. de levadura de panadería, 2 huevos, 10 gr. de sal fina, 1 cucharada de postre de Pimentón de la Vera (dulce), Papel de horno/ Rodillo para extender la masa/ Rodillo para enrejado de la masa.
Para el relleno: 500 gr. de lomo de cerdo adobado, 150 gr. de chorizo ibérico (grueso), 120 gr. de jamón serrano (grueso).
Receta
Antes de empezar, ablandamos la manteca de cerdo. Con un golpe de microondas, unos 30 sg, será suficiente. La masa podéis hacerla directamente sobre la encimera, previamente enharinada. Si no os manejáis demasiado en esto del amasado, lo mejor es comenzar el proceso en un bol grande.
Echamos en él la harina de trigo. Le hacemos un hueco en el centro, y ahí añadimos el resto: el vino blanco, el agua templada, la manteca, la levadura, el aceite, un huevo, y una cucharada de Pimentón.
Comenzamos a mezclar con un tenedor, y salamos la masa y en cuanto coja consistencia, seguimos con las manos (ligeramente enharinadas). Cuando veamos que va cogiendo elasticidad, la pasamos a la encimera (con harina) y seguimos trabajando con las manos.
Debemos de obtener una masa homogénea y elástica. La colocamos en un bol, tapamos con un paño limpio y dejamos unos 30 minutos, para que doble su volumen aproximadamente.
Pasado este tiempo, retiramos la masa. Ponemos a precalentar el horno, 10 minutos a 220º C. Le damos a la masa un par de meneos y la dividimos en 2 partes. De cada una de estas partes, quitando un poco de masa, para luego hacer el enrejado decorativo.
Sobre papel de horno, extendemos una de las masas, ayudándonos de un rodillo. Recortamos los bordes, para que nos quede una base rectangular. La medida puede variar, pero en mi caso ha salido de 30 x 20 cm.
Sobre esa base, vamos colocando el chorizo ibérico, luego el lomo adobado y finalmente el jamón.
Extendemos otra parte de masa y colocamos sobre el relleno. Recortamos, y cerramos el contorno usando los dedos. Para que no se abra la el hornazo durante el horneado.
Extendemos ahora la masa sobrante, para hacer la “rejilla” decorativa que suele llevar el Hornazo tradicional. Para hacerlo, lo más práctico es tener un rodillo especial para esto, que podéis encontrarlo en alguna ferretería, tiendas de menaje, grandes superficies y por supuesto en internet.
En caso contrario, podéis hacer tiras de masa con un cuchillo, e ir colocándolas sobre la parte superior, a modo de rejilla. Es un tema decorativo, que no influirá en el sabor de nuestro hornazo.
Finalizado el proceso. Batimos el huevo restante y lo pasamos sobre la masa del hornazo, para que coja su característico tono dorado durante el horneado.
Pasamos ahora el hornazo a la bandeja del horno. Pinchamos la masa con un tenedor, para que respire en el horno.
En posición central, con función calor total, horneamos unos 30 minutos a 220ºC. Este tiempo es orientativo, ya que cada horno es un mundo. Así que id comprobando que va cogiendo cuerpo la masa, y que tampoco se queme.
Si veis que se tuesta demasiado la parte superior, ponedle un poco de papel de aluminio, y así reduciremos el calor sobre esa zona.
Pasado el tiempo, retiramos el hornazo y dejamos reposar. Lo normal es consumirlo templado o frío.
Una de las ventajas que tiene el Hornazo es que os va a durar varios días, y al ser tan contundente, es una posibilidad que suele pasar. Con estas cantidades os salen unas 8/10 raciones.
Y así es como se prepara un rico Hornazo típico de nuestra tierra, Salamanca.
El lechazo asado es una variedad de asado de un lechazo (un cordero aún sin destetar, de ahí su sobrenombre de lechazo). En la cocina española es muy popular en la tierra de Castilla y León y Asturias. Es uno de los platos más importantes de la gastronomía de Castilla y León y de Asturias.
Las perrunillas son un tipo de dulce de repostería tradicional, típico de varias localidades españolas. Se caracteriza por ser una pasta de textura seca y áspera. Cuando se ingiere se suele deshacer en la boca.
El Bollo Maimón, también denominado bollo de clavonía, es uno de los dulces típicos de las provincias españolas de Salamanca, Zamora y León.
Hoy en día tiene una forma similar a la de un bizcocho en forma de roscón que puede tener diferentes tamaños, siendo el más habitual de 20 cm de diámetro.
Las patatas revolconas son un plato de puré de patatas típico de las provincias de Ávila, Salamanca, Cáceres y del oeste de la Provincia de Toledo en concreto de la comarca de Talavera de la Reina. Se suelen denominar igualmente patatas revueltas, meneadas o removidas.
Normalmente se elaboran con patatas, torreznos, pimentón y manteca de cerdo.