Haz clic en el titulo que te interesa y lee la entrada del blog.
Si te lo puedes permitir, siempre recomendamos adopción conjunta. Ahora te contamos por qué dos es mejor que uno.
Los gatos aprenden observando. Es mucho más fácil que un gato enseñe al otro usar el arenero, ser cepillado o acicalarse.
Gato entretenido, gato feliz. Cuando un gato tienen amigos siempre está entretenido, incluso cuando tu no estás.
La agresión de los gatos durante el juego controlada. Un gato entiende muy rápido el dolor de las uñas o mordiscos de sus compañeros así que aprenderán los límites jugando. También te ahorrarás que te haga daño a ti.
Muebles más seguros. Cuando los gatos están aburridos tienden a rascar o morder tu sofá o tus cortinas. Si están entretenidos entre ellos, hay menos probabilidad de que destruyan partes de la casa.
Amigos en todo. Como los gatos viven hasta 15-20 años, los grandes cambios que causan estrés: nueva casa, tu horario diferente o un bebe, van a ser menos estresantes al tener un amigo para acompañarles.
Más fácil para el jefe/la jefa de la casa. Si ya tienes un gato adulto, adoptar dos gatitos ayuda a que no le molesten porque tienen un nivel de energía muy diferente del adulto.
Adopción conjunta es adopción más fácil. Es más complicado introducir un nuevo gato a la casa que adoptar dos desde el principio. Adoptando dos te aseguras la harmonía en casa.
Si ya tienes un gato en la familia y estás pensando en incorporar otro, los siguientes 7 pasos te ayudarán a evitar peleas y rechazos:
1. Todo por dos, más uno.
Ya hemos dicho que dos gatos pueden competir por lo que ellos consideran recursos importantes, como son el arenero, el bebedero, el comedero o el acceso a alguna zona concreta de la casa.
Para evitar conflictos relacionados con la posesión de recursos, se recomienda colocar en casa siempre un arenero, bebedero, comedero y cama o manta para cada gato, más uno extra. Es decir, si en casa hay dos gatos, tendrás que tener tres de cada.
2. Separación total.
La instrucción más destacada para saber cómo introducir un segundo gato en casa es mantener al nuevo felino separado en una habitación aparte. Durante los primeros días, deberás evitar totalmente el contacto con el gato que ya vive en el hogar.
El objetivo es que tu gato sea consciente de que hay un individuo nuevo en casa, pero no lo perciba como un competidor o una amenaza.
Recuerda que, en la habitación donde acomodes al nuevo felino, tendrás que dejarle todo aquello que necesita a su alcance: agua, comida, una bandeja con arena, un lugar de descanso adecuado, etc.
Procura que la estancia esté tranquila y evita que entre y salga gente continuamente. Tu gato necesitará estar tranquilo para asimilar tantos cambios.
Podría ser que, durante los primeros días, tus gatos se bufaran cada uno desde su lado de la puerta. No te preocupes, es parte del proceso y se trata de una reacción natural.
3. Contacto olfativo.
El siguiente paso en la lista de cómo introducir un segundo gato en casa es favorecer su contacto olfativo.
Sigue manteniendo a los dos gatos separados. Coge un par de toallas y deja que froten sus mejillas en ellas. Luego permite que cada gato huela la toalla impregnada del olor del otro, y observa su reacción.
Piensa que los gatos segregan feromonas sociales cuando se frotan contra otros individuos. El marcaje facial es apaciguador y sirve para identificar individuos del mismo grupo social.
4. Contacto visual.
Cuando notes que tu gato responde de forma positiva al olor del nuevo gato, y viceversa, podrás pasar a permitirles un primer contacto visual.
Siempre utiliza una puerta de cristal, una malla o una red para este primer encuentro.
Observa bien las reacciones de tus dos gatos y vuelve a separarlos si se bufan.
5. Contacto directo supervisado.
Si las reacciones de tus gatos en los pasos anteriores del protocolo sobre cómo introducir un segundo gato en casa han sido positivas, entonces puedes pasar a juntarlos bajo supervisión.
Algunos etólogos recomiendan ofrecerles algo de comida para que asocien la presencia del otro gato a una sensación positiva. Sin embargo, expertos como Askew H.R. o Heath S. cuestionan esta recomendación, argumentando que para tener acceso a un recurso vital, como la comida, el gato puede intentar suprimir sentimientos de hostilidad, pero la tensión social que se genera podría derivar en un incremento de esta hostilidad en otros contextos.
6. Contacto directo sin supervisión.
Si en los pasos anteriores, las reacciones de los gatos han sido positivas, ya puedes dejarlos juntos sin supervisión.
Más adelante, para comprobar si han “hecho buenas migas”, puedes fijarte en lo que se llaman conductas afiliativas: si se acicalan mutuamente o si se frotan con la cara entre ellos.
7. Feromonas.
Es interesante que acompañes todo el proceso de introducción del nuevo gato con feromonas apaciguadoras. Podrás encontrarlas en formato difusor o spray, en cualquier tienda especializada o centro veterinario.