Contrario a las ventanas tradicionales como el cine o la televisión, desde sus inicios las plataformas de streaming extranjeras ha carecido de un marco legal específico que las regule en México y Canadá. Lo anterior plantea dos retos a la posibilidad de: 1) cobrarles impuestos y 2) imponerles cuotas de contenido local. Ambos retos se intensificaron para México y Canadá dada su cercana relación comercial con Estados Unidos de América (EUA), que es el centro de producción y distribución audiovisual con mayor alcance global y cuyas plataformas de Video Bajo Demanda por internet son, no sólo pioneras en dicho mercado sino que han logrado constituir un nuevo oligopolio mundial.
Los objetivos de EUA en las negociaciones del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) incluyeron establecer un marco legal para impedir el cobro de impuestos y cuotas de contenido local. Sin embargo, antes de que el T-MEC entrara en vigor las provincias canadienses empezaron a cobrar impuestos aunque no así el gobierno federal. En México, a fines del 2019 se aprobó un decreto de reforma fiscal para cobrar impuestos a las plataformas extranjeras a partir del 1º de junio del 2020. Por otro lado, los intentos de establecer cuotas de contenido local en ambos países han sido infructíferos y una vez entrado en vigor el T-MEC, sus disposiciones hacen más difícil esta posibilidad para México, no así para Canadá que exentó sus industrias culturales en el tratado comercial. En el carrusel de imágenes encontrará mayor información sobre estos intentos por regular las plataformas.