Las herramientas colaborativas permiten el acceso a ciertos servicios o programas. Estos facilitan la comunicación y el trabajo conjunto sin importar las barreras del espacio y tiempo entre los usuarios. De esta forma, es posible compartir información en determinados formatos (audio, texto, video e imágenes), y propiciar la producción conjunta de nuevos materiales, generando así el acceso a la información.
El aprendizaje colaborativo no es un mecanismo simple, no se trata solo de implementar herramientas tecnológicas, el conocimiento es construido, transformado y extendido por los estudiantes con una participación activa del profesor cambiando su rol. De esta forma, los estudiantes construyen activamente su propio conocimiento. El esfuerzo del profesor está enfocado en ayudar al estudiante a desarrollar talentos y competencia utilizando nuevos esquemas de enseñanza, convirtiéndose en un guía en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La colaboración solamente podrá ser efectiva si hay una interdependencia genuina y positiva entre los estudiantes que están colaborando, los profesores, el entorno virtual y las herramientas tecnológicas. Para lograr una colaboración efectiva se hace necesario que cambien los roles de los estudiantes y de los profesores.
El profesor como mediador cognitivo, es el encargado de generar habilidades metacognitivas en los estudiantes, el profesor como entrenador se encargará de realizar actividades de enseñanza tanto de las unidades temáticas como de las habilidades sociales y de trabajo en grupo, y el profesor como diseñador instruccional deberá definir las condiciones esenciales para que el aprendizaje colaborativo se dé a través del uso de las herramientas tecnológicas de colaboración.