Lejos del ruido, voy dando espacio en mi interior para poder mostrar todas las paradojas e incongruencias que son difíciles de decir con palabras. Es ahí donde los objetos toman vida, donde la luz habla y a veces grita.
La fotografía es el medio, los objetos portadores de mensajes, la luz, la poética…y yo me dejo inundar, traspasar, reír, doler. A través de ella, unas veces consciente y otras inconscientemente, surge mi trabajo.
Expresiones de perplejidad, de injusticia y de vida. Siempre que sea posible, vistas con ironía.
Necesitamos el arte. Es parte de nuestra vida desde siempre.
Primero vino la escultura, luego la escultura con luz, y ahora la luz se transforma en fotografía… sin darme casi cuenta, mi trabajo me llevó apasionadamente hacia la luz, hacia su lenguaje.
En la mesa pongo el mundo entero, ordeno y desordeno los objetos hasta que hablan por sí solos.