El año exacto es desconocido, las ruinas de las antiguas ciudades humanas, dejan en claro que estamos muy en el futuro, porque incluso lo que parece alta tecnología se ve viejo abandonado y cubierto de enredaderas. Nadie ha visto un humano en su vida, solo en dibujos y mitos. Pero lo que hace cuestionarnos si realmente estamos en el futuro es… Que la gran mayoría de la fauna debería estar extinta.
Desde dinosaurios a dientes de sable y anomalocaris, dodos y lystrosaurus… Una variada e inconexa amalgama de criaturas extintas de muy variado carácter, tamaño, aspecto y periodo de origen pueblan la tierra alzándose entre las ruinas de las civilizaciones humanas. Pero no son los únicos, pues por alguna razón del destino, los gatos sobreviven y han evolucionado y aprendido a sobrevivir en este mundo de bestias salvajes.
La tribu habita al este de una pequeña isla entre subtropical y tropical cerca de la costa de un continente cuyo nombre ya nadie recuerda. Esta isla forma parte de un pequeño archipiélago conocido como “Las 5 Habilidades”: Isla Fuerte, Isla Valiente, Isla Astuta, Isla Ágil e Isla Sabía. La tribu reside en Isla Valiente que es la más grande de las cinco islas, y comparten estas tierras con algunos gatos solitarios, viajeros y nómadas, además de otros depredadores como deinonychus, carnotaurus, un t-rex y un espinosaurio.
Al encontrarse en un valle con gran pendiente de descenso y orientada a la vertiente este, por donde llegan los vientos más húmedos, solo lleva unos pocos metros pasar de un bioma a otro.
El territorio abarca desde matorral costero y bosque termófilo a monteverde en las zonas más expuestas a los vientos húmedos y matorral de cumbre donde las nubes ya no llegan en altitud.
El campamento de la tribu se encuentra en medio del valle a una altitud de 800 m. Allí el mar de nuevo traido por los vientos Alisios no suele llegar, en verano y apenas roza en invierno, lo que lo convierte en un bioma de transición entre el verde y húmedo monteverde y el árido y frío matorral de cumbre. La vegetación corresponde a gran parte de la del monteverde, pero al xerófila y degradada por suelos más secos y falta de humedad durante la mitad del año y las abundantes horas de sol. Al estar orientado hacía el este, el valle no se hace sombra a sí mismo.
Este bioclima se denomina Myrico fayae-Ericetum arboreae o fayal-brezal por la abundancia de estas dos especies. Abundan las plantas arbustivas altas y algunos pequeños árboles, y pequeños arbustos con flor, generalmente violetas y amarillas que atraen a numerosas especies de escarabajos, abejas y algunas pequeñas mariposas, adaptados al clima seco y muchas horas de sol al día.