Las primeras referencias del Valle del Yokavil, al que pertenece el Departamento de Santa María, se pueden registrar desde 1877, realizadas por Inocencio Liberandi y Rafael Hernández. Posteriormente se suman los aportes de Samuel Lafone Quevedo en 1888, Adán Quiroga en 1929 y 1931, Hernán Ten Kate en 1893, Juan Bautista Ambrosetti en 1896 y 1897. Más tarde Carlos Bruch 1911 y Salvador Debenedetti 1921, entre otros. Surgiendo los primeros registros planimetricos de algunos grandes asentamientos, en particular el trabajo del Ingeniero Weiser y cientos de objetos exhumados de contextos funerarios que nutrieron vitrinas de los museos ( Tarragó 2003, cito en Tarragó y Gonzáles ,2008)
Hace medio siglo comenzó un cambio en la orientación de las investigaciones arqueológicas de la zona. Alberto R. González en 1954 publicó un trabajo sobre el asentamiento de la Loma Rica de Shiquimil, introduciendo la modalidad de realizar las excavaciones del sitio arqueológico y su conservación. Unos años más tarde la Universidad Nacional del Litoral organizó su tercera expedición arqueológica a cargo de Eduardo Cigliano, uno de sus objetivos fue esclarecer el problema cronológico del poblamiento prehispánico en el sur del Valle de Yokavil (Cigliano 1960:7 citado en Tarragó y González 2008).
El proyecto dio lugar a estudios en diversas áreas arqueológicas como Lampacito, Punta de Balasto, Cerro Mendocino, Pajanguillo, Andalhuala, Caspinchango y Molino del Puesto, de esta forma se erige como el primer proyecto de investigación regional en la zona. El resultado fue la elaboración de una propuesta cronológica basada en tipos cerámicos (Cigliano 1960:122-125 cito en Tarragó y Gonzáles 2008).
La cuarta expedición se localizó en Ampajango, obteniéndose como resultado fechados radio carbónicos para el sur del valle, dos correspondientes al Cerro Mendocino y el tercero a Ampajango, a demás una muestra en Fuerte Quemado informado por Néstor Kriskautzky ( Tarragó y González, 2008)
El proyecto Yokavil, encabezado por la Dra. Myriam Tarragó que comienza en el año 1985, abordó la problemática arqueológica desde la exploración de los procesos históricos prehispánicos, de larga duración considerando los desarrollo pre-estatales y, desde la óptica de las sociedades locales, las propiedades en las dominaciones “incaica y colonial temprana” (Tarragó1995:226)
El proyecto Yokavil se adentró en el análisis de: la intensificación de la producción agropecuaria , también se analizó el crecimiento demográfico, la elaboración especializadas de bienes, circuitos de intercambios a larga distancia, las prácticas ceremoniales y funerarias, el estudio regional de patrones de asentamientos y su organización jerárquica, relevamientos de conjuntos de sitios asociados. También la explotación de recursos faunísticos y naturales, la producción de almenas, la ocupación del espacio y el análisis cronológico de radiocarbono en relación al contexto arqueológico, etc. De esta manera a través del mencionado proyecto se formaron tesistas de los cuales 16 son de licenciatura, 2 de doctorado y actualmente se realizaron otros trabajos (Tarragó y González, 2008)
Otro proyecto que se llevó a cavo en el departamento Santa María es el de la Dra. Ana María Lorandi en el año 1960 con la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional del Litoral nucleando tanto a arqueólogos, antropólogos como a historiadores. El producto del trabajo se publicó posterirmente en coautoria con la Lic. Lorena Rodriguez, allí plasman ciertos aspectos de la identidad en la esfera de lo significativo. En aquel nos van acercándo la imagen de una población con una memoria a corto plazo que no se encuentra vinculada al proceso de conquista, colonización y extrañamientos sucedidos en el resto del valle y del que históricamente no son ajenos. En sus palabras los santamarianos no ignoraban la presencia de numerosísimas ruinas arqueológicas, testimonios de una alta densidad demográfica en el valle. A esta realidad los pobladores, según las autoras, parecen no cuestionarse a cerca del destino de aquellas personas, al tiempo que tampoco manifestar el conocimiento de su pasado colonial, lo que las lleva a concluir que su memoria pareciera remitirse al siglo en el que vivían. En el 2000 tras la investigación de Rodríguez, otros elementos de autodefinición identitaria se manifiestan en el ámbito educativo, que le es de particular interés a la investigadora. Es así que se encuentra con que el santamariano se auto define como santamariano por antonomasia, identidad respaldada en sus tradiciones, una cultura que es muy mezclada, a la que se suma la idea de recuperar el pasado puro ideal o auténtico. (Rodríguez y Lorandi 2005).
Otro proyecto de relevancia, desde el punto de vista arqueológico, fue el del Dr. Nestor Kriskautzky quien abordó sus investigaciones desde 1978 a 1982, realizando prospecciones por diferentes sitios del departamento tales como Cerro Pintado de las Mojarras, Fuerte Quemado, Loma Rica de Shiquimil, Tilica, Entre Ríos, Cerro Mendocino en Punta de Balasto. El Objetivo era apoyar las funciones de la Dirección de Cultura de la Provincia de Catamarca y El museo Eric Boman en lo concerniente al patrimonio Arqueológico, diagnóstico de estado de los sitios arqueológicos y la elección de uno de ellos para el inicio de sus actividades de investigación y puesta en valor turístico. El sitio seleccionado fue el de Fuerte Quemado, sector incaico Intihuatana (Comunicación personal con el ex- Director del Museo Eric Boman).
El Objetivo era interpretar arqueológicamente el papel que desempeñó dicho asentamiento en la dominación incaica del Valle Yokavil. Dichas investigaciones se llevaron a cabo con la colaboración de los alumnos de la asignatura de Técnicas de la Investigación Arqueológica de la Facultad de Ciencias Naturales del Museo de la Plata, y jóvenes profesionales catamarqueños que colaboraron tanto en el relevamiento como en la excavación del sitio (Kriskautzky, 1999). Como consecuencia de esta investigación quedaron estabilizados varios sectores arqueológicos con potencial para recorridos turísticos controlados (Comunicación personal con el ex-Director del Museo Eric Boman).
Un proyecto vigente hace ya dos décadas se suma a las investigaciones arqueológicas realizadas en el departamento Santamaría; el mismo se situó en la ladera occidental del Aconquija. Los sitios involucrados son: El Tesoro, Buey Muerto, Cerrillos, Zarso, Loma Redonda, Dos Ríos, Ingenio del Arenal, Las Conchas, Matizo, Río Blanco. El proyecto mencionado se encuentra dirigido por la Lic. Cristina Scatolín e involucra el estudio de los asentamientos aldeanos prehispánicos en la vertiente occidental de la Sierra Aconquija, y su interés se centra en aspectos organizativo y de interacción social, de estos asentamientos en base al análisis de materiales culturales relacionados con la arquitectura, subsistencia y la producción de bienes artesanales.
La Licenciada Scatolín realizó desde el año 2004 investigaciones en Yutopián, Cardonal y Bordo Marcial en el Valle del Cajón Departamento Santa Maria. El equipo también está conformado por las Licenciadas Marisa Lazari, Fabiana Bewgliani, Marilín Calo, Leticia Cortez, Dr. Andres Izaeta y Porf. Lucas Pereyra Domingorena.
El proyecto buscó conocer la producción y reproducción de las comunidades aldeanas y las relaciones entre los procesos de jerarquización social y la producción de bienes artesanales durante el período formativo, en el mencionado valle. (Comunicación personal con el ex- Director del Museo Eric Boman).
Desde el Museo local a través de su coordinación, se generaron Jornadas, Otoños Arqueológicos, Cursos, cursillos, conferencias, etc. Se crearon espacios de interacción entre los equipos científicos que investigan el área y docentes, alumnos, profesores, niños, adolescentes y adultos, que estuvieron interesados en la arqueología del Departamento.
Más tarde gracias a las investigaciones de capacidades de cargas y mediciones de impacto de algunos de los sitios arqueológicos santamarianos, realizados por arqueólogos profesionales, fue posible la regularización de la entrada a ellos (Cerro Pintado, Fuerte Quemado. Quebrada de Jujuil y Loma Rica de Entre Ríos, Ampajango). Los arqueólogos involucrados fueron: Lic Darío Iturriza y Lic Fernando Morales Morales y Dra. Norma Ratto en diferentes oportunidades.
Volviendo hacia los investigadores, su labor, hoy se encuentra plasmada en un enorme cúmulo de publicaciones. Se produjeron libros, revistas, siendo internet otras de las opciones mediante las cuales se dio a conocer sus trabajos
En 2020 el Proyecto Yokavil cumple su 30 aniversario en el area, razón por la cual se creo un ciclo de Conferencias abiertas a la comunidad on line en su página de Faceboock donde se realizó una interesante tarea de divulgación. Dejamos disponibles el contacto.
Fuentes: Kriskautzky Nestor. 1999. Arqueología de Fuerte Quemado de Yokavil; Rodríguez Lorena y Ana María Lorandi. 2005. Apropiaciones y usos del pasado. Historia y patrimonio en el Valle calchaquí; Tarragó Miriam N. y Luis R. González. 2008. Estudios arqueológicos en Yokavil; Tarragó. desarrollo regional del Yokavil. Una estrategia de investigación.
RESUMEN: Lis. Y. Q.Villagra Colaboradora Adhonorem DANº090/20