Delmira Agustini

El vampiro

En el regazo de la tarde triste

Yo invoqué tu dolor... Sentirlo era

Sentirte el corazón! Palideciste

Hasta la voz, tus párpados de cera,


Bajaron...y callaste... Pareciste

Oír pasar la Muerte... Yo que abriera

Tu herida mordí en ella -¿me sentiste?-

Como en el oro de un panal mordiera!


Y exprimí más, traidora, dulcemente

Tu corazón herido mortalmente,

Por la cruel daga rara y exquisita

De un mal sin nombre, hasta sangrarlo en llanto!

Y las mil bocas de mi sed maldita

Tendí a esa fuente abierta en tu quebranto.


¿Por qué fui tu vampiro de amargura?

¿Soy flor o estirpe de una especie oscura

Que come llagas y que bebe el llanto?