Quiero que el corazón que me entregaste se ocupe solo en amarte a ti.

Desborda sobre mí corazón que te ama, el fuego que abrasa tu Divino Corazón, cosume mis imperfecciones, y quede mi alma limpia y preparada cada día.

MADRE MARÍA LUISA

¡Madre! Escóndenos en el corazón de tu hijo. Sea, oh Jesus, tu Corazón Sagrado el refugio de tus pequeños

Queremos, Jesús Divino, anidando a tu costado, hacer desaparecer de nosotros el pecado. Te amaremos en la mansión eterna de tu Divino Corazón.