Introducción
El sistema productivo de la avicultura involucra un programa sanitario intensivo que contempla programas de protección basados en el uso de vacunas específicas para diversas enfermedades avícolas, programas de prevención que abarcan la limpieza y desinfección de los centros productivos, el manejo sanitario del agua, la bioseguridad del personal, el uso de filtros sanitarios, la calidad microbiológica del alimento y el control de plagas. Todo ello con la finalidad de proteger a las aves de enfermedades que afecten la eficiencia y calidad de la producción, repercutiendo directamente en la rentabilidad de esta actividad económica.
Se debe tener presente que las plagas son seres vivos con voluntad propia cuya presencia tiene un riesgo sanitario inherente por ser portadores y vectores de diferentes enfermedades de importancia avícola. En el caso particular de las moscas, la especie más importante en nuestras condiciones es la Musca domestica Linnaeus, perteneciente a la clase insecta, orden díptera que cuenta con aproximadamente 153 000 especies registradas, dentro la cual la mosca domestica cobra un papel importante al perjudicar las explotaciones avícolas, siendo responsable de transmitir 50 enfermedades a los pollos en granjas, muchas de ellas comunes con los seres humanos. Esto riesgo se incrementa por su capacidad de tener impacto de hasta 32 km desde su punto de origen y el comportamiento y naturaleza de las moscas de reproducirse y tener contacto en materia orgánica contaminada para luego posarse sobre el alimento y agua del ave, contaminándolos a través de la vellosidad de su cuerpo, almohadillas en sus patas, excretas y su regurgitación.
Programa de Manejo Integrado de Moscas
Por lo anterior descrito es importante que el plan de bioseguridad de una empresa de producción avícola cuente con un programa de manejo integrado de mosca doméstica que sea efectivo. Este programa se sustenta en un diagnóstico inicial y cinco pilares o componentes de manejo.
Diagnostico
Idiosincrasia en granja. Como parte del diagnóstico de la situación del control de moscas en los centros productivos se tiene que entender la idiosincrasia de las personas que administran y trabajan en las granjas de aves, que se enfoca en priorizar se alcancen los parámetros productivos deseados, a razón de una baja mortalidad, un alto peso, un adecuado porcentaje de uniformidad de aves a la venta, un bajo índice de conversión alimenticia (ICA) y un alto índice de eficiencia productiva (IEP). En estos parámetros productivos no se considera la implicancia que tiene la presencia de moscas en la obtención de los resultados establecidos. El personal operario de granja considera que el control de moscas se enfoca solo al uso de insecticidas líquidos para el control de adultos, en cumplimiento de un programaba base de aplicaciones semanales establecidos de forma anual, sin considerar el impacto que tiene esta estrategia sobre la producción.
Desafíos presentes. Parte importante de diagnóstico, fue poder definir que desafíos se observan en campo que dificultan realizar un correcto control de moscas.
Conductas de riesgo. Se refiere a las actividades realizadas por el personal operario que favorecen al incremento de la plaga o dificultan su control.
Diversidad de producto no calificados. Debido a la falta de especialistas del control de plagas en el entorno pecuario, se carece de procedimientos estandarizados para calificación de productos, lo que impide la evaluación objetiva de la efectividad de los insecticidas destinados al control de moscas. En el sector pecuario se observa la compra y uso de diversos productos orientados al control de este vector, que obedece a una apreciación subjetiva o empírica del personal de producción, incurriendo en uso de recursos económicos con resultados diversos.
Equipos y métodos de Aplicación. En los centros productivos se utilizan mochilas pulverizadoras mecánicas de propiedad de las granjas o motobombas estacionaria con mangueras de cien metros y varillas de bronce remolcado por tractor, de propiedad de empresa prestadora de servicios. Los equipos no cuentan con boquillas o discos de aplicación estandarizados, lo que resulta en un trabajo heterogéneo entre granjas con efectos variados en el control de moscas. Por otra parte, el procedimiento inicial de trabajo no considera horarios más efectivos para el control de moscas, ni lugares clave de aplicación de insecticidas, dejándose al a veces criterio del personal operario.
Existencia de Conflictos con Población Vecina. Se debe entender que un control deficiente de plagas puede generar un incremento y migración de moscas al entorno cercano, lo que provoca las quejas de las personas que ahí viven o trabajan, pudiendo resultar en denuncias civiles, penales o públicas a nivel de redes sociales o medios de comunicación, sin haber establecido claramente responsabilidades, deteriorando la imagen de empresas que no fueron origen de la plaga y que cumplen sus procedimientos establecidos.
Primer pilar: Evaluación y monitoreo del nivel de moscas
El monitoreo del nivel de moscas es parte clave para poder definir el programa de manejo integrado de moscas, pues permite tomar medidas oportunas y adicionales para evitar el incremento de las plagas de presentarse el caso, así como replantear la estrategia de control si así se considere.
Segundo pilar: Prevención y evitar conductas de riesgo
Este punto consiste en evitar que se genere condiciones de humedad en la pollinaza dentro de los galpones para que la plaga de moscas no se establezca y multiplique. Entre las principales conductas a evitar se tiene lo siguiente:
Cubrir superficialmente el guano húmedo o mojado con cascarilla de arroz, generando un foco larvario de consideración al interior del galpón.
Retirar el guano húmedo o mojado al exterior del galpón sin cubrirlo, lo que genera atracción de moscas hembra que colocaran sus huevos sobre este sustrato.
No mantener cerrados los pozos sépticos donde se eliminan las aves muertas, representando una fuente de generación de moscas y contaminación.
Permitir el crecimiento de malezas o árboles frutales que sirvan de refugio para las moscas adultas.
Una inadecuada gestión de los residuos sólidos, además de generar riesgo de contaminación, atraen a plagas como las moscas y roedores.
Tercer pilar: Interrumpir su ciclo biológico mediante uso de productos larvicidas
En los galpones se cuentan con equipos de alimentación y equipos de bebida, estos últimos debido a un mal uso o deterioro pueden generar derrames de agua, lo que genera condiciones ideales para la oviposición de moscas. Estas áreas de riesgo representan focos larvarios y es hacia donde se direcciona la aplicación de producto IGR de forma preventiva para el control de estados inmaduros de mosca doméstica. La aplicación se realiza a la cama, donde el operario no observa a las moscas y no ve la mortalidad o el efecto larvicida del producto. Sin embargo, por las experiencias previas y comparaciones con galpones donde no se realiza aplicación del larvicida se logra determinar que la estrategia se basa en la prevención y los resultados a largo plazo son efectivos.
Las aplicaciones se deben realizar a los 17 y 31 días de la edad de las aves, como programa estándar, pero si la granja se ubica en una zona con desafíos de migración de moscas desde granjas vecinas o se tiene botaderos de basura cercano, el programa es a los 10, 17, 24 y 31 días de edad de las aves. Ver información del Kilarvol 15 EC.
Cuarto pilar: Uso de métodos pasivos y de larga duración
Se refieee a implementar métodos que controlen la mosca de forma continua, como el uso de trampas pegantes o cebos mosquicida en zonas establecidas, ello permite reducir el uso de recurso humano y un control de moscas las 24 horas del día durante un periodo prolongado de tiempo.
Trampas pegantes. Consiste en elaborar cintas de plástico amarillo untado con cola entomológica cuyo efecto adherente impide que las moscas que se posen sobre ellas puedan liberarse resultando en su muerte por inanición. Tienen como principales características su efecto por tiempo prologado (llegando a ser 8 semanas y teniendo efectividad las 24 horas del día), económicas, prácticas y seguras. Este método es bien recibido y adoptado en todas las granjas en un corto tiempo. Esto se atribuye a que el personal al elaborar e implementar las cintas pegantes logra visualizar su efectividad de forma directa. Con la implementación de las trampas pegantes al interior de los galpones se obtiene un ahorro económico al reducir el uso de insecticidas, y evitar también el estrés de las aves y un menor impacto al medio ambiente. Las cintas pegantes deben ser instaladas el día 1 de ingreso del pollo bebe a la granja y deben ser renovadas a los 15 y 30 días de edad de las aves, retirando las cintas anteriores y colocando nuevas cintas. Luego de este tiempo no se recomienda mayor movimiento al interior del galpón, pues generar estrés en aves que a esa edad ocupan casi toda la superficie del galpón. Ver información del K-Glue.
Trampas con cebo mosquicida. Consiste en elaborar trampas pintando superficies con cebo mosquicida (formulación a base de un insecticida y un atrayente sexual o alimenticio. Su ventaja es que funcionan de forma permanente una vez instaladas, teniendo una duración máxima de 60 días si se colocan correctamente. Las trampas deben ser instaladas desde el día 1 de ingreso del pollo bebe a la granja y se recomienda revisar y activar cada 7 días en verano y 15 días en invierno. Ver información del Flister y Sojet.
Quinto pilar: es el cumplimiento del programa de uso racional de insecticidas adulticidas
El programa de uso de productos insecticidas adulticidas, debe ser direccionado a ambientes como vestuarios, comedor, cocina, baños, perímetro de viviendas, pozos sépticos, sala de necropsia, silos de alimento y perímetro externo del galpón. La frecuencia de aplicación es 2 veces por semana, debiendo realizarse en horarios del atardecer por la menor actividad y movimiento de las moscas adultas. Los productos para usarse en esta actividad deben haber sido calificados a nivel de eficiencia, debiendo contar con las autorizaciones emitidas por las autoridades sanitarias nacionales, contar con hojas técnicas y hojas de seguridad en caso de un accidente, así como asegurar el personal operario encargo de realizar la aplicación haga uso completo del equipo de protección personal. La aplicación de productos químicos debe ser registrados para asegurar el cumplimiento del programa establecido, para lo cual se recomienda usar un formato que considere, fecha, producto usado y personal que ejecuta la actividad. Ver información del Betakiller.
A la edad de 42 días de edad de los pollos e inmediatamente luego de vender las aves de los galpones, se plantea realizar el procedimiento de control de moscas a la venta, lo cual implica realizar una correcta aplicación de producto insecticida al interior de un galpón completamente cerrado en horarios de la madrugada, evitando de esta forma la mosca migre y pueda devenir en quejas o reclamos de poblaciones vecinas. Ver información del Diclociper Plus.
Adicional a ello se propone el uso de métodos de control de larga duración como la colocación de trampas pegantes adicionales e implementación de bandejas con cebo mosquicida para el control de moscas remanentes o mosca que han emergido recientemente.
Comentarios finales
En conclusión habiendo considerado todo lo anteriormente descrito, se logra establecer un programa de manejo integrado de moscas en centros de crianza avícola en la costa central priorizando un control preventivo con cultura de trabajo, orden, limpieza evitando darle condiciones a la plaga para su multiplicación dentro de las instalaciones en especial en la pollinaza, así mismo haciendo un uso racional de productos químicos de forma preventiva se disminuye el impacto y contaminación del medio ambiente.
Ing. David Enrique Ricce Ramos
Especialista en Manejo Integrado de Plagas