En el tema dos se habla de la lengua como competencia. Para poder entenderlo mejor, a continuación se realizará un resumen de este.
En este tema se abarcan los siguientes apartados:
1. La competencia gramatical
2. Las competencias pragmática y sociolingüística
3. El concepto de “competencia comunicativa”
4. Lengua-I y Lengua-E
1. La competencia gramatical
La competencia gramatical es el sistema de conocimiento interiorizado que permite a los hablantes de una lengua producir y comprender oraciones gramaticalmente correctas. Según Noam Chomsky, se trata de una representación mental implícita de las reglas lingüísticas, independientemente del uso concreto en situaciones específicas. Esta competencia incluye las unidades (como fonemas, palabras) y las reglas de combinación, pero es distinta del uso práctico del lenguaje, conocido como actuación. La competencia gramatical se organiza en niveles de representación, cada uno con unidades y reglas propias:
Fónico: Conocimiento de los sonidos, su posición y combinaciones posibles.
Morfológico: Formación de palabras mediante combinaciones válidas de morfemas.
Sintáctico: Reglas para formar sintagmas y oraciones coherentes.
Semántico: Construcción del significado a partir de las estructuras sintácticas.
Léxico: Asociación entre significados y secuencias de sonidos, almacenadas en un "diccionario mental".
Para finalizar con este apartado concluimos que la competencia gramatical abarca el conocimiento implícito de una lengua y su estructura en niveles interconectados. Este concepto es esencial para entender cómo los humanos procesan y producen lenguaje de manera natural.
2. Las competencias pragmática y sociolingüística
La competencia gramatical permite producir y comprender secuencias gramaticales en una lengua, pero no es suficiente para dominar completamente una lengua. Por ello, encontramos la competencia pragmática y la sociolingüística que incluyen el conocimiento necesario para adaptar el lenguaje a situaciones sociales y comunicativas específicas.
La competencia pragmática consiste en manejar las reglas que rigen el significado contextual e inferencial de los enunciados.
Por ejemplo: un hablante sabe elegir entre varias formas de pedir algo (por ejemplo, "¿Podrías pasarme la sal?" frente a "Pásame la sal") dependiendo del contexto y la intención comunicativa.
La competencia sociolingüística implica el conocimiento de las normas culturales y sociales que determinan la adecuación del uso lingüístico. Por ejemplo: En español peninsular, usar "tú" o "usted" depende de factores como la relación social y el contexto, más allá de las reglas gramaticales.
Por lo tanto, mientras la competencia gramatical genera estructuras gramaticales, la competencia pragmática y sociolingüística asegura que estas sean adecuadas al contexto. Las competencias se adquieren mediante interacción social y están influenciadas por prácticas culturales específicas. La competencia gramatical, se adquiere de manera implícita e innata, y la competencia pragmática requiere aprendizaje a través de la socialización y, en algunos casos, enseñanza explícita.
Por último, cabe mencionar que tanto la competencia pragmática como la sociolingüística forman parte de la competencia comunicativa, que engloba el uso adecuado del lenguaje en situaciones concretas de comunicación.
Estas competencias son esenciales para interpretar significados más allá de lo literal, como en los chistes, las ironías o las inferencias contextuales.
3. El concepto de “competencia comunicativa”
La competencia comunicativa abarca las competencias pragmática y sociolingüística, que se suman a la competencia gramatical para asegurar que el uso del lenguaje sea adecuado tanto social como contextualmente. No se limita a considerar la lengua como un simple sistema de comunicación, ya que reconoce que existen actividades lingüísticas sin un propósito comunicativo y que también hay formas de comunicación que no requieren el uso del lenguaje, como los gestos. En el ámbito educativo y de enseñanza de lenguas, la competencia comunicativa es un concepto más amplio que engloba conocimientos, habilidades y estrategias para actuar eficazmente en contextos sociales y culturales diversos. Incluye la competencia lingüística, la sociolingüística, la discursiva, la estratégica, y la sociocultural.
Por otra parte, y según la legislación educativa española, esta competencia abarca:
Componentes lingüísticos (gramaticales, léxicos, semánticos, fonológicos, etc.).
Componentes pragmático-discursivos (microfunciones, esquemas de interacción, géneros discursivos).
Componentes socioculturales e interculturales.
Estrategias comunicativas (lectura, escritura, habla, escucha) y metacognitivas.
Factores personales (motivación, actitudes, rasgos de personalidad).
4. Lengua-I y Lengua-E
En este apartado se aborda la distinción entre dos perspectivas fundamentales en el estudio de la lengua, introducidas por Noam Chomsky: Lengua-I (lengua interna) y Lengua-E (lengua externa).
La lengua-I o lengua interna es el sistema mental que un hablante tiene de manera implícita, el cual contiene conocimiento lingüístico. Este sistema abarca las reglas gramaticales y las estructuras necesarias para crear y entender oraciones en un idioma. Se trata de una representación mental abstracta y personal, que no depende del uso externo. Por ejemplo, la habilidad de un hablante para diferenciar entre oraciones que son gramaticales y aquellas que no lo son.
En cambio, la Lengua-E o lengua externa se considera como un fenómeno que se puede observar en su uso social, comunicativo y cultural. Incluye las normas, convenciones y prácticas lingüísticas que son compartidas por una comunidad. Está relacionada con el contexto y puede cambiar según factores sociales, históricos y geográficos. Por ejemplo, el español que se habla en distintas regiones, con sus variedades dialectales y sociales.
En la educación lingüística, la Lengua-E suele ser el objetivo principal, ya que se centra en el uso práctico del idioma. No obstante, entender la Lengua-I es fundamental para comprender cómo se adquiere, procesa y organiza el lenguaje en la mente humana.