El primer tema de esta asignatura trata sobre las lenguas humanas. Para poder entenderlo mejor, a continuación se realizará un resumen de este, y una vez resumido realizaré una reflexión propia sobre el tema.
En este tema se abarcan distintos puntos que voy a clasificar para una mayor comprensión:
1. Introducción: Lenguaje y lengua
2. El lenguaje
3. Propiedades de las lenguas humanas
4. Relación entre lenguaje, lengua y pensamiento
5. Lenguas de signos
1. Introducción: Lenguaje y lengua
En este apartado se distingue entre los conceptos de lenguaje y lengua: el lenguaje es una facultad cognitiva universal y biológica que permite a los humanos comunicarse mediante sistemas complejos, en cambio la lengua es una manifestación concreta del lenguaje, desarrollada y utilizada en comunidades específicas.
El lenguaje ha sido considerado una característica esencial de la humanidad. De hecho, mientras la taxonomía científica define a nuestra especie como Homo sapiens (el que sabe), algunos pensadores han preferido el término Homo loquens (el que habla), resaltando el habla como la capacidad que mejor nos singulariza.
Por otra parte, el lenguaje no solo permite la comunicación, sino también:
La organización del pensamiento consciente.
La transmisión de conocimientos a través del tiempo.
La estructuración de sociedades y culturas humanas.
Por tanto, el lenguaje es una herramienta esencial para el pensamiento, la creatividad y la interacción social. Este enfoque introductorio establece las bases para comprender la importancia de las lenguas humanas en el desarrollo cultural y cognitivo.
2. El lenguaje
En este apartado se explica que el lenguaje es una capacidad biológica y cognitiva exclusiva del ser humano, que se plasma en las lenguas naturales que son habladas o signadas, y que también pueden ser codificadas secundariamente mediante diversos procedimientos.
2.1. Propiedades del lenguaje como capacidad biológica
Es universal y uniforme en la especie:
Todos los seres humanos, salvo casos de patologías o aislamiento extremo, desarrollan al menos una lengua.
Los niños adquieren su lengua materna en un periodo corto y siguen etapas similares en su desarrollo.
Es una capacidad específica de la especie:
Aunque los animales tienen sistemas de comunicación, el lenguaje humano tiene propiedades únicas, como la creatividad y la posibilidad de hablar sobre ideas abstractas.
Es relativamente independiente:
El lenguaje no depende completamente de otras facultades mentales. Por ejemplo, personas con síndrome de Williams presentan un desarrollo lingüístico elevado pese a limitaciones cognitivas generales.
De desarrollo espontáneo:
Los niños adquieren el lenguaje sin instrucción formal, a través de la interacción con el entorno, lo que demuestra que es un proceso natural y no simplemente imitación.
Periodo crítico:
Existe una ventana de tiempo durante la infancia en la que el contacto con una lengua es fundamental para su desarrollo pleno. Ejemplos como el caso de "Genie" ilustran cómo la falta de estímulo durante este periodo limita el aprendizaje posterior.
2.2. La lengua como estadio final del lenguaje
El lenguaje es una capacidad innata que necesita activarse mediante la interacción con el entorno.
La lengua, como manifestación concreta, es el resultado de esta activación en cada comunidad.
Este desarrollo depende de un equilibrio entre factores internos (genética) y externos (exposición al entorno lingüístico).
El lenguaje es una capacidad inherente que permite a los humanos desarrollar lenguas específicas. Esta capacidad, aunque está biológicamente preprogramada, requiere de interacción social para florecer plenamente.
3. Propiedades de las lenguas humanas
Este apartado se analizan las características que distinguen a las lenguas humanas de otros sistemas de comunicación, enfatizando su complejidad y exclusividad.
Características generales de las lenguas humanas
Aunque las lenguas humanas son diversas, comparten propiedades definitorias que las diferencian de los sistemas de comunicación animal. Estas propiedades incluyen:
Intercambiabilidad:
Los hablantes pueden alternar roles entre emisor y receptor sin limitaciones, algo no siempre posible en los sistemas animales.
Arbitrariedad:
No existe una relación natural entre el significante (la forma física de una palabra) y el significado (su concepto). Ejemplo: "árbol" en español, "tree" en inglés, "Baum" en alemán.
Productividad:
Las lenguas permiten crear un número ilimitado de mensajes nuevos combinando elementos existentes, superando las restricciones de repertorios finitos en la comunicación animal.
Desplazamiento:
Es posible hablar sobre cosas que no están presentes en el espacio o el tiempo, o incluso sobre ideas abstractas o imaginarias.
Doble articulación:
Las lenguas están estructuradas en dos niveles:
Unidades mínimas sin significado propio (fonemas).
Combinaciones de estas unidades para formar palabras y oraciones con significado.
Carácter discreto:
Aunque el habla parece continua, los hablantes perciben sonidos como unidades separadas y reconocibles.
Posibilidad de aprendizaje:
Toda lengua humana puede ser aprendida por cualquier niño humano como lengua materna, independientemente de su origen cultural.
Relación con los signos lingüísticos
Las lenguas humanas están formadas por signos lingüísticos, compuestos por significante, que es la forma física perceptible (sonora, visual, táctil), y el significado, que es el contenido conceptual asociado.
Comparación con sistemas animales
Se contrastan las lenguas humanas con sistemas de comunicación animal, señalando que los animales no comparten la totalidad de estas propiedades, aunque puedan coincidir en algunas características puntuales, como ciertos grados de arbitrariedad o desplazamiento.
4. Relación entre lenguaje, lengua y pensamiento
Este apartado explora cómo el lenguaje y la lengua interactúan con el pensamiento, destacando sus conexiones y posibles influencias mutuas.
El pensamiento se define como la capacidad de producir y manipular representaciones mentales, que pueden reconstruir aspectos de la experiencia interna o externa. Aunque el pensamiento básico puede ser independiente del lenguaje (evidente en animales y recién nacidos), el lenguaje potencia capacidades cognitivas complejas como la ciencia, el arte o la organización social. Los sistemas de conocimiento básico, como la representación de objetos o acciones, existen en animales y humanos, lo que indica cierta continuidad evolutiva en estos procesos mentales.
Por otra parte, la lengua permite expresar y combinar conceptos, facilitando el pensamiento racional y abstracto. Este vínculo es clave para actividades humanas avanzadas, como el razonamiento lógico y la planificación. Aunque la lengua no es estrictamente necesaria para formar representaciones mentales básicas, es crucial para estructurar el pensamiento complejo.
La hipótesis de Sapir-Whorf
Se analiza el Principio de Relativismo Lingüístico, que postula una influencia de la lengua en la percepción y conceptualización del mundo. Este principio se divide en:
Hipótesis fuerte (determinismo lingüístico): La lengua determina completamente cómo los hablantes conceptualizan y recuerdan la realidad.
Hipótesis débil: La lengua influye en ciertos aspectos del pensamiento, como la memoria o la percepción, pero no los condiciona totalmente.
La hipótesis fuerte es ampliamente refutada, ya que los traductores pueden expresar conceptos de una lengua en otra. La misma lengua no garantiza una conceptualización uniforme (ejemplo: diferencias ideológicas entre hablantes de español). Sin embargo, la hipótesis débil tiene cierto respaldo en experimentos que demuestran cómo las etiquetas lingüísticas pueden influir en la memoria o la categorización.
5. Lenguas de signos
Este apartado aborda el estudio de las lenguas de signos (LS), considerándolas como lenguas humanas con las mismas propiedades que las lenguas orales. Son sistemas lingüísticos completos y naturales, utilizados principalmente por comunidades sordas.
Las lenguas de signos comparten con las lenguas orales características fundamentales como la arbitrariedad, productividad, desplazamiento y doble articulación. Tienen una gramática propia que incluye:
Configuración de la mano.
Lugar de articulación: Zonas del cuerpo donde se producen los signos.
Movimiento: Recto, circular, en espiral, entre otros.
Orientación de la mano: Arriba, abajo, al frente, hacia el cuerpo, etc.
Expresión facial: Fundamental para marcar elementos prosódicos como la entonación y las emociones.
Por otra parte, también debemos conocer que la lengua de signos no es universal, y que cada comunidad tiene su propia lengua de signos; por ejemplo, la Lengua de Signos Española (LSE) es diferente de la American Sign Language (ASL). También, los niños expuestos a lenguas de signos las adquieren de manera espontánea, siguiendo etapas similares a las de las lenguas orales.
Las lenguas de signos son herramientas esenciales para la comunicación y la identidad cultural de las personas sordas. En países como España, la LSE está reconocida oficialmente y protegida por ley. Éstas no solo son sistemas de comunicación efectivos, sino que también son expresiones completas y complejas de la facultad del lenguaje humano. Representan una prueba más de la diversidad y riqueza lingüística de la humanidad.
Entender este tema nos ayuda a valorar la relevancia que la lengua obtiene en nuestra especie y cómo nos afecta y nos diferencia de otras especies. Tanto biologicamente como cultural y socialmente.
Lo curioso es que aunque nuestra biología nos prepara para adquirirlo, es el entorno cultural y social el que da forma a esta capacidad de maneras específicas. Esta dualidad refuerza la idea de que el lenguaje no es solo una herramienta de comunicación, sino también un medio para organizar el pensamiento y transmitir conocimiento a lo largo del tiempo. Justo por eso y si nos paramos a reflexionar, la lengua es algo fundamental para nosotros, y si por ende no la tuviéramos, viviríamos de una forma muy diferente, y nuestra sociedad no hubiera alcanzado el desarrollo que ha obtenido.