Actualmente todos sabemos que a los tres primeros lugares en una justa olímpica se les entregan medallas, una de oro (para el primer lugar), una de plata (segundo lugar) y una de bronce (tercer lugar); sin embargo esto no siempre fue así: en los Juegos Olímpicos de la antigüedad (Grecia 776 a.C.-393 d-C), los ganadores eran convocados al templo de Zeus para recibir como premio una manzana o una corona de olivo y laurel.