Nuevas masculinidades

  • Para vivir una masculinidad libre.
  • Para expresar las emociones y sentimientos sin ser juzgado.
  • Para vivir el mundo de los afectos con plenitud.
  • Para no tener que demostrar nada.
  • Para no poner en riesgo la vida ni la salud.
  • Para no tener que competir si no quiero.
  • Para participar activamente de los cuidados de personas mayores, dependientes y en la crianza.
  • Para ser una persona digna y autónoma en el ámbito doméstico.
  • Para luchar por la igualdad entre mujeres y hombres.

Las nuevas masculinidades son masculinidades no hegemónicas en las que los hombres pueden expresar sus sentimientos libremente, pueden llorar, pueden tener miedo, deben y pueden participar y disfrutar de la crianza de sus hijos, compartir las tareas de casa con su pareja, se les permite no tener el control en algún momento, no tienen la presión de ser el típico e ideal padre de familia y no deben de ser agresivos en ciertas situaciones.

En estas nuevas masculinidades no se rechaza lo femenino y no basan la sociedad en el ideal de hombre, blanco, heterosexual, occidental. Estas masculinidades les dan a los hombres libertad para ser cómo realmente son, para que puedan ser lo que quieran y en ellas, no se mide si son más o menos hombres por su orientación sexual.

Esto también influye en mujeres, debido a que la masculinidad hegemónica apoya a la típica “superwoman”, la que trabaja dentro y fuera de casa o simplemente sólo se dedica a la familia, lo que también puede llegar a quitar libertad a las mujeres.

Las nuevas masculinidades harían que las tareas de casa no sean sólo cosa de las mujeres, sino que se repartirían por igual, tanto el hombre cómo la mujer.

La masculinidad hegemónica les quita libertad a las mujeres a la hora de vestir por ejemplo, o incluso al tener amigos hombres. También hace que los hombres puedan tener toda la libertad sexual que quieran, mientras que a las mujeres no. Esta también ejerce una presión a la hora de que una mujer salga de fiesta e incluso en su imagen.

En conclusión, las nuevas masculinidades beneficiarían a la sociedad, tanto a hombres como a mujeres, nos daría una libertad a ambos que ahora mismo, no tenemos.

Lucía Gimeno Barea (4º ESO A)