¿Puede haber mejor demostración de amor a los libros? Y a la verdad, la inteligencia, la razón, la humanidad...
Fascinante, ameno, sugerente, misterioso... Imprescindible.
Un inquietante futuro. El amor de un padre hacia su hijo. Sacrificio y entrega.
Desolador, apocalíptico, crudo, implacable... Pero también sensible, emocionante y lleno de ternura.
Vitalidad y esperanza en un entorno de horror y muerte.
Cómo zanjar un asunto pendiente cuando se acerca el final de una vida.
La rebeldía de un anciano ante su destino y su titánica lucha por burlarlo.
Una hermosa canción épica crepuscular. Conmovedora y triste, pero esperanzadora.
Escrita en 1953, asombran su modernidad y la agudeza de su planteamiento. Toda una profecía de los tiempos actuales.
Libros prohibidos, bomberos pirómanos, desprecio al pensamiento y a la cultura... ¿Les suena?
Mucho más que un libro para adolescentes. Rebeldía, inadaptación, contradicciones, sueños inalcanzables...
Quien se encuentre libre de esas emociones, que no lo lea ¿O sí?
Las siempre difíciles relaciones humanas. La búsqueda de la propia identidad. El viaje de la vida. Los accidentes del destino...
Una atmósfera melancólica, emotiva, penetrante, embriagadora...
Todo libro necesita un momento adecuado para encontrarse con él. Este no es una excepción.
No es agradable descubrir que no se es libre. Ni soportar la censura, la opresión de la tiranía o sus sutiles dictados.
Una forma de escribir maravillosa. Inigualable.