Enfrentar este nuevo desafío Mónica sabía que no sería nada fácil. Recordó el sueño que tuvo del tornado y concluyó que fue un presagio. Ella se dejaba llevar por el viento sin control. Tal vez esto era lo que tenía que hacer, dejar que la situación la guíe y no luchar en vano. Sabía que para lograrlo debía ocupar su mente en otras cosas, y así transitar aquel duelo lo mejor posible. También consideró buscar ayuda de un profesional, en caso de ser necesario. Los chicos, por suerte, tomaron la noticia muy naturalmente, era común entre sus pares tener padres separados. Sus amistades en cambio, se sorprendieron ya que nunca se lo hubieran imaginado, pero como suele decirse, “cada casa es un mundo”.