Daniel se sorprendió gratamente cuando Mónica le confirmó que cursarían juntos la maestría. Acordaron que irían en su auto y hasta podrían reunirse para estudiar. Desde hacía un tiempo, Daniel no sólo era un buen colega sino un buen amigo en quien podía confiar y contarle sus problemas más íntimos. Mónica se sentía segura con él. Tal vez, algún día, podrían llegar a ser algo más que amigos…