SOBRE
POEMARZO
SOBRE
POEMARZO
Los desafíos y enseñanzas de escribir un mes, todos los días.
publicado el 01/04/23
Terminó. Todo un mes dedicado a la producción diaria de escritos. Un desafío para nada ligero si no nos olvidamos de que marzo es por antonomasia la etapa del año en la que la vida escolar y laboral de muchísimas personas comienza de nuevo, como es mi caso.
Marzo me encontró iniciando una vez un año académico y llevar adelante las propuestas del evento no fue una tarea sencilla, pero se pudo, y los resultados me tienen muy satisfecho.
A lo largo de los treinta y un días del mes, una palabra diferente era asignada para ocupar el protagonismo temático y ser el centro de atención de nosotros los poetas. La variedad fue enorme, desde objetos como una "bicicleta" o "monedas", animales, y conceptos más abstractos o complejos como "miedo" o "perdón".
Leé el desafío completo acá
Gracias a ésto, pudimos ver de todo y una gran cantidad de producciones auténticamente geniales.
Si bien es cierto que en determinados temas las tendencias fueron repetitivas (en MONEDAS fueron demasiados los poemas hablando de fuentes de los deseos y los recursos de entender a la persona como mercancía) aún así la producción total fue superadora. Mis favoritos personales fueron aquellos escritos que lograron despegarse de la necesidad de utilizar la palabra consignada y jugar un poco con los límites del desafío, es decir, que lograron evitar las obviedades. También me encantaron aquellos poemas que esquivaron la rima fácil y aquellos menos versados, más bien prosaicos.
Por mi parte, este mes sirvió como una gran temporada de experimentación y prueba con mi escritura, cosa que al fin y al cabo ya de por sí me motiva, pero Poemarzo me dio el marco y los disparadores ideales. Si bien la enorme mayoría de estas producciones acabarían siendo breves (a excepción de, por ejemplo, El poemador) considero que fui capaz de exprimir al máximo mis posibilidades tanto escriturales como temáticas y llegar a conclusiones en verdad óptimas.
Repitiéndome, mis resultados favoritos fueron aquellos en los que logré desafiar las métricas más tradicionales -que jamás me gustaron- y alejarme lo más posible de la rima, si bien terminé llegando a ella en más de alguna ocasión favorable. Uno de esas ocasiones, y de mis favoritas, es en la estrofa final de La lluvia.
"Lerdo en acciones,
me aferré a mi hermano y a la silla,
buscando como aún busco en mi vigilia,
algún rastro de cordura
en este raro mundo de emociones"
El mayor valor, creo, de Poemarzo será para mí, más allá de las producciones y escritos resultantes, las lecciones y enseñanzas que me dejará para futuro. En principio, puedo decir ahora que reconozco cuáles son mis propios límites; cómo me siento más cómodo en las formas prosaicas, por ejemplo, o qué tanto puedo estirar realmente el chicle antes de que un poema empiece a saberme a nada. También me fue posible (y por supuesto productivo) identificar los temas y tópicos comunes sobre los que suelen circundar las producciones contemporáneas de los participantes, donde predominó ampliamente el universo personal y las figuraciones de la primera persona; así como los míos propios. A lo largo del mes traté las literaturas que me gustan, del tiempo, del destino, de la muerte, y no perdí oportunidad de hacer catarsis. Y quizás lo más importante, todo este desafío me permitió aprender a otorgarle a las letras y a la creación artística los momentos que se merece, a concederme los espacios y momentos adecuados para poner en circulación el poema.
Si tuviese que definir mis favoritos totales (que por supuesto que los tengo) mi elección estaría nublada principalmente por las temáticas ocurrentes y por algunas frases que me dan gusto haber escrito. No diría que alguno de mis escritos no me gustó, pero si es cierto que Músicas es bastante flojo, y quizás el menos favorito.
Mi top diez de poemas sería:
10 - Horizontes
9 - Constelación
8 - A la siesta
7 - La fruta
6 - Paciencia
5 - Jörmundgander
4 - El árbol
3 - El hueso
2 - El veneno y la quimera
1 - El poemador
Volviendo estrictamente a Poemarzo, su éxito estuvo garantizado ya desde el principio; no sólo porque lo dirigieron y sacaron adelante dos figuras con reconocimiento en redes, sino porque la propuesta, inspirada por desafíos similares provenientes de otras ramas de las artes, no es para nada común entre los literatos (a no ser que mi ignorancia sea masiva) y la imposibilidad de los responsables de compartir la salvaje cantidad de producciones que salieron día tras día lo demuestra. Pese a todo, lo único que comentaría negativamente sería la desconexión entre fechas y temas de escritura. Pasamos el 8M y el 24 de marzo sin un conector mejor vinculado a la importancia de estos momentos, y más de uno tuvo que ingeniárselas para concluír con algo cercano al día internacional de la mujer y el día de la memoria. También tuvimos el tema OTOÑO el diez de marzo, por completo desconectado de la auténtica llegada de la estación a mediados de mes; y ni hablar del tema MARTES, que correspondió tratarlo un día miércoles Pero bueno, comparado al excelente desempeño del desafío, éstos son meros detalles.
En conclusión, quizás más iniciativas como Poemarzo le hacen falta al internet y a nosotros los poetas para jamás perder el incentivo fundamental del escribir, y ojalá podamos seguir viendo eventos similares pronto.
Estudiante de letras y proyecto de escritor. Es parte del colectivo de escritores Letras&Poesía, integrante del comité editorial de la Revista Rabiosa y miembro del Centro de Estudios Teórico Literarios (CEDINTEL). A veces se olvida de respirar.
INSTAGRAM: @alejandrokosak