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At Laboratório da Cave we are used to working in working-groups according to a project-based methodology. Thus, though our general collective is composed of more than 30 people, we have, since the beginning of our activities in 2022, decided to work in sub-divided working groups that are organized organically according to the interests of each member. 

The “Correspondence” project was one of such working groups built around the shared interest of working collectively in a sort of cadavre exquis that questioned the established hierarchies of sound and image and that played around with ideas such as synesthesia, correspondence, and blind dating. 

LABORATORIO DA CAVE’s previous filmography and bibliography include a body of work produced around the same time and the same idea of playing around with the caffenol developing process, the reversal process, and experimenting with putting together a fanzine - called “Bitola” - that details the process as a kind of logbook whilst trying to finally fixate the correct recipe of the caffenol method we had originally used at the artistic residency. This body of work doesn’t exactly have a name and it was presented always as a work in progress in different venues in Lisbon. 

These first and founding activities of the collective have in a very natural and spontaneous way contributed to guiding our modus operandi since then. We have a hard time defining ourselves according to any fixed set of rules or principles - even settling on a name for the group was a naturally evolving and richly participated process that led us to spend most of our first year signing and experimenting with different names for the collective (hehe) - but, so far, we could summarize our way of working according to the following motivations:

• Doing-it-together;

• Learning by doing;

• Sharing reels and sharing meals;

• No specialisms or hierarchies of expertise, learning together with no shame of asking questions and no fear of making mistakes;

• Improvising and experimenting, a lot;

• Sharing resources - lending a hand, a tank or a camera, or anything else, every time it’s possible - and responsibilities; 

• Working collaboratively on collective projects and working collectively on individual projects;

• Selling zines to pay for film, chemistry, or festival submission fees;

• Laughing a lot, dancing often, and eating well;

• Growing, doing, and playing together. Life is serious enough as it is. 

En Laboratório da Cave estamos acostumbrados a trabajar en grupos de trabajo con una metodología basada en proyectos. Así, aunque nuestro colectivo general está compuesto por más de 30 personas, desde el inicio de nuestras actividades en 2022, hemos decidido trabajar en grupos de trabajo subdivididos que se organizan orgánicamente según los intereses de cada miembro. 

El proyecto “Correspondencia” fue uno de esos grupos de trabajo construidos en torno al interés compartido de trabajar colectivamente en una especie de cadáver exquisito que cuestionaba las jerarquías establecidas de sonido e imagen y que jugaba con ideas como la sinestesia, la correspondencia y las citas a ciegas.

La filmografía y bibliografía previa de LABORATORIO DA CAVE incluyen un cuerpo de trabajo producido aproximadamente al mismo tiempo y la misma idea de jugar con el proceso de revelado del cafenol, el proceso de reversión y experimentar con la creación de un fanzine - llamado “Bitola” - que detalla el proceso como una especie de cuaderno de bitácora mientras intentamos finalmente fijar la receta correcta del método del cafenol que habíamos utilizado originalmente en la residencia artística. Este conjunto de trabajos no tiene exactamente nombre y siempre se presentó como un trabajo en progreso en diferentes espacios de Lisboa. 

Estas primeras y fundacionales actividades del colectivo han contribuido de forma muy natural y espontánea a guiar nuestro modus operandi desde entonces. Nos cuesta definirnos según un conjunto fijo de reglas o principios; incluso decidir un nombre para el grupo fue un proceso que evolucionó de forma natural y con una gran participación que nos llevó a pasar la mayor parte de nuestro primer año firmando y experimentando con diferentes nombres para el colectivo (jeje), pero, hasta ahora, podríamos resumir nuestra forma de trabajar de acuerdo con las siguientes motivaciones:

• Hacerlo junt@s;

• Aprender haciendo;

• Compartir carretes y compartir comidas;

• Sin especialidades ni jerarquías de conocimientos, aprendiendo juntos sin vergüenza de hacer preguntas y sin miedo a cometer errores;

• Improvisar y experimentar, mucho;

• Compartir recursos -echar una mano, un tanque o una cámara, o cualquier otra cosa, siempre que sea posible- y responsabilidades; 

• Trabajar colaborativamente en proyectos colectivos y trabajar colectivamente en proyectos individuales;

• Vender fanzines para pagar las cuotas de inscripción a películas, química o festivales;

• Reír mucho, bailar a menudo y comer bien;

• Crecer, hacer y jugar junt@s. La vida ya es bastante seria tal como es.