Habilidades cognitivas (relacionadas con la capacidad de procesar la información), como por ejemplo: atención, lenguaje, memoria, orientación, funciones ejecutivas (planificación, velocidad de procesamiento, etc.). Todas ellas utilizadas cada día en el cole, y a la hora de estudiar.

Habilidades socioemocionales: aceptar las normas, sensación de pertenencia a un grupo, trabajo en equipo, inteligencia emocional, tolerancia a la frustración y gestión del tiempo de espera entre otras. Igualmente necesarias en el correcto desarrollo de nuestros alumnos.

Son muchos los beneficios que nos aporta este entrenamiento; entre otros, mejorar la compresión lectora al leer las normas, fomentar la comunicación y la escucha activa, ejercitar el razonamiento lógico-matemático y la visión espacial, y a nivel social la relación con sus iguales en un entorno supervisado y bajo las mismas normas hace mejorar su autoestima.

En los últimos años, vemos el daño que el uso de pantallas ha ocasionado en la infancia y adolescencia. Cuando jugamos conectamos con los demás y con nosotros mismos, y aprendemos de manera natural y fluida, puesto que en el proceso hay motivación.