Constelaciones Familiares
Bert Hellinger estudió filosofía, teología y pedagogía. Trabajó durante 16 años como misionero de una orden católica con los zulúes en Sudáfrica. Allí se ocupó intensamente de la influencia de dinámicas de grupo. Posteriormente, se convirtió en psicoanalista y completó varios formaciones de capacitación en terapia primaria, análisis transaccional, hipnoterapia Ericksoniana y programación neurolingüística.
Con los años, finalmente desarrolló su propio método: surgieron las constelaciones familiares (también: configuración- familiar). Hoy es reconocido en todo el mundo y se aplica en muchas áreas diferentes. En psicoterapia, en consultoría organizacional y de negocios, pedagogía, medicina, en el poder judicial, en asesoramiento de vida y educación y en asistencia espiritual en el sentido más amplio.
Se trata de una capacitación para la vida.
Bert Hellinger siguió investigando. Nuevos conocimientos y comprensiones, adquiridos en la práctica de los seminarios, conversaciones, meditaciones y muchas otras situaciones de vida, se incluyeron continuamente en su método. Hasta que se hizo evidente que la "constelación familiar original Hellinger" había crecido más allá de este nivel. En lugar de una técnica rígida que se podía aprender y una pretensión de ayuda, se destacó una actitud muy especial y pasó a primer plano, por así decirlo. Una actitud de "asentir a lo que es, exactamente como es"
Somátic Experiencing
Peter A. Levine es doctor en biofísica médica y psicología y su sistema es el fruto de una amplia trayectoria investigadora interesada por conocer mejor las bases neurofisiológicas y psicológicas del trauma y por crear una psicoterapia corporal capaz de sanarlo.
En su trabajo, Levine ha incluido tanto conocimientos de fisiología, neurología, psicología, etnología y antropología, como la reflexión sobre los trabajos corporales de Wilhelm Reich, Ida Rofl, Eugene Gendlin o Matthias Alexander, así como las técnicas ligadas al mindfulness, el estudio de las técnicas sanadoras de los chamanes y las filosofías orientales.
Podemos afirmar que la Experiencia Somática es una terapia que responde a su compromiso con la noción moderna de “embodiment” en la que se defiende que nuestra cognición, nuestro aprendizaje y nuestra vida parte desde nuestro cuerpo.