Como todos los niños desde siempre había hecho dibujos. Además, mi padre solía inscribirnos a mi hermana y a mí en los concursos anuales de dibujo que había en el pueblo, de los cuales nunca gané ninguno, ni siquiera quedé de los primeros, eso era más bien cosa de mi hermana Isabel.

De todos modos, a mí me gustaba dibujar y a los 14 años más o menos, un amigo mayor que yo, Francisco Nieto me regaló un cuadro al óleo, el primero pintado por otro amigo al que yo admiraba, Manuel Navarro. Ese hecho provoco en mí el deseo de pintar al óleo, así, con el poco dinero que tenía compre mis primeros oleos y comencé a pintar mis primeros cuadros sobre tableros de aglomerado, al que previamente había dado unas manos de pintura acrílica para que no absorbiese demasiada pintura de oleo.

En el primer cuadro al óleo, los colores dados eran totalmente planos, salvo una mezcla que puse en el pelo. Hay que tener en cuenta que no tenia acceso a una educación plástica o de pintura adecuada y que casi toda la información que me llegaba era en blanco y negro.

No quería que mis cuadros fuesen clásicos, así que buscaba información sobre pintores actuales donde podía. El primer pintor que llamo mi atención fue Karel Appel. Había visto un cuadro en blanco y negro en ABC y el comentario que le acompañaba y decidí hacer algo de ese tipo, luego, con el tiempo cuando pude ver la obra de ese pintor en color, vi que no tenía nada que ver.

Podría avergonzarme de poner ese cuadro, pero para mi tiene un gran valor sentimental y por eso lo continuo conservando.