Espiritualidad de Jóvenes de Fe:

“Si no hay espiritualidad, no hay evangelización.”

Salir a anunciar a Jesucristo en las realidades que rodean hoy al ser humano requiere una preparación muy rigurosa que supere las tentaciones del mundo. Esta no es posible si el joven no asume la actitud del discípulo de Cristo, aquél que lo observa, lo conoce y lo sigue. Una vez se despierta el gusto de conocer a Cristo, nunca se alejará de Él, “es imposible conocerlo y no amarlo, amarlo y no seguirlo”. En este contexto, ser Joven de Fe es una invitación a dirigir la mirada a una nueva experiencia de camino con Cristo, la cual propicia ante todo, asumir la juventud desde el corazón y no únicamente desde la edad.

El corazón del joven de fe se rejuvenece continuamente a través del amor que Jesús da, un amor que no muere con los años sino que vive, perdona y permanece por siempre. Solo este amor es capaz de transformar los corazones humanos llevándolos a una plena juventud, porque “Él es la verdadera juventud de un mundo envejecido, y también es la juventud de un universo que espera con “Dolores de Parto”

Esta juventud renovadora y sin límite de edad que se experimenta en el encuentro con el Señor, es posible cuando existe la disposición de un espíritu abierto a la Alegría, la Misericordia y el Servicio, tres elementos fundamentales para oír la voz de Dios, y que Él mismo irá sembrando en quien lo busca.

La espiritualidad que identifica a los jóvenes de fe tiene estas tres expresiones: la alegría, la misericordia y el servicio. Dichas expresiones se asumen en la oración y se hacen visibles en comunidad a través de los encuentros, los retiros, las formaciones, las misiones y las actividades juveniles que buscan una experiencia de “sal al encuentro” acorde a la cultura del encuentro. Cada expresión de la espiritualidad de jóvenes de fe está articulada con las otras dos y denotan discípulo que Dios busca en el cristiano:

Proyectos y actividades de la comunidad

“Como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”. Jóvenes de fe se hace visible cuando sale al encuentro, por tanto las obras, proyectos y actividades se centran en esta palabra: Encuentro.

Una vez a la semana se realiza el encuentro de la comunidad, el cual tiene como fin vivir la fraternidad, la oración común y llevar a cabo los proyectos del grupo. Este encuentro es el alma de Jóvenes de Fe, porque que allí es donde se enlaza la comunidad, se hace posible el encuentro con el Señor y se proyecta la misión evangelizadora.

El encuentro semanal parte de la premisa de ser familia, “Crear “hogar” en definitiva 《es crear familia; es aprender a sentirse unidos a los otros más allá de vínculos utilitarios o funcionales, unidos de tal manera que sintamos la vida un poco más humana.” Christus Vivit. Este encuentro no es importante por el lugar en donde se lleva a cabo, (el cual se sugiere sea realizado en los hogares de los miembros de la comunidad) sino en el encuentro mismo y su carácter evangelizador. Por eso, se pueden tener encuentros de diferente tipo que como lo ha manifestado el Papa Francisco en su encíclica Christus Vivit que acerquen a experiencias de fe, como en la caridad y el servicio, la contemplación, en el arte como el teatro, la música, la pintura, el deporte, la naturaleza, entre otros.

Como parte de las obras de evangelización, los jóvenes participan de programas de radio o en redes sociales, generando contenidos sobre temas que abordan la juventud actual, la Iglesia y la evangelización, un encuentro con la juventud y la realidad. De acuerdo con las programaciones respectivas de los proyectos, aprobadas en el retiro de planeación anual de la comunidad, el grupo creará un cronograma de servicio en la radio y en las redes sociales.

Un aspecto importante es la formación de cada uno de los miembros de la comunidad. Por tal motivo, durante uno de los ciclos del itinerario a ser joven de fe, cada miembro realizará una formación especial centrada en el conocimiento de las Sagradas Escrituras, la doctrina de la Iglesia, la Espiritualidad, los medios de comunicación y el liderazgo. Esta formación tendrá lugar una vez al mes de manera presencial y de acuerdo con los tiempos de cada uno se programarán encuentros de manera virtual.

Durante el año existen cuatro Eucaristías de suma importancia para el grupo, una cada tres meses con dos de eventos puntuales: una en la cual se celebra la consagración de Jóvenes de Fe, mediante la cual se renuevan los compromisos de espiritualidad, misión y liderazgo. Todos los jóvenes de fe participan en esta celebración que se lleva a cabo entre los meses de agosto - octubre, con motivo del cumpleaños de la comunidad. La otra Eucaristía, hace parte del encuentro de planeación anual el cual se celebra durante los dos primeros meses del año, allí se busca poner en manos de Dios el proyecto del año y la comunidad en general. Las otras dos, se reparten de acuerdo con los tiempos del grupo.

De igual manera, junto a las Eucaristías de celebración de Jóvenes de Fe, existen dos retiros de preparación a dichas festividades, el retiro para la preparación a la consagración anual Jóvenes de Fe mediante la cual se realiza encuentro comunitario y a solas con el Señor a fin de discernir el llamado a servir en la comunidad; y el retiro de planeación dentro del cual se celebra la Eucaristía de inicio de año, este retiro tiene como fin evaluar el caminar del grupo en año anterior y la planeación de los proyectos del presente año.

De acuerdo con la espiritualidad de la comunidad, cada año se realiza una celebración de Navidad, un encuentro fraterno de la comunidad en la que la misericordia y el servicio se hacen presentes al visitar a una obra benéfica en la que se realiza una donación. Dicho encuentro busca crear lazos de fraternidad y hermandad con los hermanos menos favorecidos, “Ante todo, ámense intensamente unos a otros, pues el amor perdona los pecados. Sean hospitalarios unos con otros sin quejarse”.

Existen otros proyectos como las Jornadas Mundiales de la Juventud, los eventos eclesiales y otros encuentros internacionales o locales propios de la espiritualidad de la comunidad. Se realizarán de acuerdo con la programación respectiva del evento y con la participación designada por los jóvenes de fe en el seguimiento de la comunidad.