Aunque el concepto de impresora 3D ya tiene su origen en los años 80 actualmente está cogiendo cada vez más y más fuerza y pronto podría ya utilizarse en multitud de industrias.
El futuro de las impresoras 3D es prometedor y a partir de ahora empezaremos a estar más familiarizados con ellas y también es posible que podamos hacernos con una a un precio razonable.
¿Hemos llegado ya hasta este punto? Si, esa es la realidad, los humanos ya podemos hacer estas cosas que hasta ahora nos parecían de ciencia ficción. Podemos decir ya que estamos siendo testigos de la 3º Revolución Industrial de nuestra historia por ésta y muchas otras tecnologías.
En el año 1999 se empezaron a imprimir los primeros órganos humanos. Los órganos impresos tienen recubrimientos sintéticos que se confeccionan a partir de las propias células del paciente, lo que minimiza el riesgo de rechazo. Esta tecnología irá avanzando y estará presente en numerosos hospitales y operaciones de pacientes.
El proyecto Rep-Rap es una iniciativa nacida en la universidad de Bath (Reino Unido) para crear una impresora con capacidad de autoréplica. Darwin fue la primera impresora 3D capaz de imprimir la mayoría de sus propios componentes, con los que construir nuevas impresoras.