la historia de la educación física

Laura Alonso y Irene Alonso

La educación física es una asignatura como tal muy joven, pero con mucha historia. Cabe destacar un precursor de la historia llamado Gaspar Melchor de Jovellanos, un político, pensador, escritor y educador de finales del siglo XIII y comienzos del XVI Él es el primero que intenta darle un carácter institucional a la asignatura y el primero que la quiere incluir en su reforma de la enseñanza, pero siempre con un carácter higienista y militar.

Tras la guerra civil y con la dictadura, el deporte se usa como afirmación del régimen y los contenidos se basan en el llamado “método sueco” (tablas de gimnasia, uniformes). El hecho más destacable se produce en 1990. La LOGSE introduce la Educación Física como obligatoria y dos años después, en 1992, las Olimpiadas suponen una gran influencia.

Hasta 1990 había una preocupación exclusiva de la formación de lo físico hacia lo militar y a partir de los 90 se le quiere dar otro aire. Va a ser una asignatura dirigida a la salud personal de cada persona, más allá de lo físico. Últimamente se impulsan también contenidos de expresión corporal, cada vez más consolidados.

A lo largo de la historia la Educación Física ha tenido una gran variedad de tipos de profesores: instructores de carácter muy militar (tono de voz elevado autoritario...), entrenadores deportivos (muy implicado en competiciones de alto nivel), pasotas (no le dan la importancia debida y convierten la hora de educación física en un recreo), el academicista (que le da demasiada importancia a la teoría, pensando que eso ayudará a dar prestigio a su materia)… Detrás de la última percepción está la vieja idea de que cuanta más carga académica tiene una materia tanto más importante es.

En nuestra opinión, la Educación Física sufre las consecuencias del tipo de formación del profesorado. Evoluciona y mejora con los años, pero todavía tiene demasiado carácter higienista y deportivo. Además, sufre el tratamiento que hacen los medios de comunicación que abordan un tratamiento muy sesgado de este mundo. La mayoría de la atención se la lleva un deporte, una categoría, un deportista en concreto… Así se genera una idea preconcebida de lo que es el deporte y cuáles deben ser sus metas. ¿El que juega mejor al fútbol es el mejor deportista o todo lo contrario?

La diferencia por sexos apartaba claramente los contenidos por sexos, asociando la fuerza, la potencia y la velocidad a los chicos y la fragilidad y la flexibilidad rítmica a las chicas. A partir de 1990, esto se deja de hacer y con mucha contundencia; sin embargo, ese viejo pensamiento sigue presente en muchas aulas presente, porque de los niños se sigue esperando competitividad, dureza y de las niñas se espera sutileza, delicadeza y fragilidad.

Cuando salen de su esperado tipo reciben el castigo de la sociedad porque no es lo que se esperaba y cada uno tiene que desenvolverse con los contenidos que quieran desarrollar ya que son universales pero en la sociedad el cambio va mas lento.

Para terminar, el mayor avance en la Educación Física es la progresiva inclusión de lo emocional. Sin dejar de enseñar y trabajar la parte más física, no debemos olvidarnos de que estamos frente a adolescentes. Somos responsables de cómo esa persona se va a ver reflejada en su cuerpo y va a percibir el cuerpo de los demás. La Educación Física tiene mucho que decir en cuanto al respeto por uno mismo y por los demás…