¡diego no hay más que uno!

Jaime Esteban

Diego Armando Maradona es, a ojos del mundo, uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos; pero a su vez, también es considerado un gran tramposo.

El Diego nació el 30 de octubre de 1960 en Lanús, Argentina. Fue el quinto de ocho hermanos, en el seno de una familia pobre y humilde. Desde muy pequeño, demostró sus grandes capacidades para jugar al fútbol. A los nueve años, Maradona superó con éxito la prueba para entrar en las categorías inferiores de Argentinos Juniors, y entró al equipo denominado “Cebollitas”. Allí se mantuvo hasta los dieciséis, cuando pudo debutar con el primer equipo. En Argentinos, jugó durante cinco años, anotando 116 goles y repartiendo 65 asistencias en 166 partidos.

En 1981, el Pelusa decidió marcharse a jugar a Boca Juniors, club del que era hincha. Rápidamente destacó con los Xeneizes, y eso conllevó a que el seleccionador nacional, César Luis Menotti, lo convocara para disputar el mundial de España de 1982, donde se dio a conocer a todo el mundo. Poco antes de comenzar el mundial, salió a la luz su fichaje por el Fútbol Club Barcelona, cuando terminara dicho torneo. Argentina quedó eliminada en segunda ronda, y Maradona acabó expulsado en el último partido. Fue una decepción para el país, pues venían de ganar el mundial de 1978.

Solo pasaría dos años en la ciudad condal. Empezó jugando bien, pero en diciembre de 1982 se le detectó una hepatitis y tuvo que apartarse de las canchas durante 3 meses. Aún así, consiguió ganar dos títulos ese año (Copa del Rey y Copa de la Liga.

La directiva azulgrana estaba bastante descontenta con su díscola estrella, pues el club sabía de sus salidas nocturnas... En este momento fue cuando Diego tuvo un primer contacto con las drogas. Al final, el Barça se cansó y vendió al astro al Napoli de Italia en 1984. Allí, de nuevo, tuvo un gran arranque, colocando al equipo napolitano en el tercer lugar de la tabla en su segunda temporada.

Al final de dicha campaña, llegó el Mundial de México ’86, donde Diego sería la estrella de la albiceleste. Carlos Bilardo sería el seleccionador nacional y conformó junto a Maradona un bloque ganador. Aunque el Pelusa no estaba teniendo su mejor torneo, llegaron los cuartos de final contra Inglaterra y estalló el delirio. Es en este partido donde Maradona mete sus dos goles más recordados. El primero fue bautizado como “La mano de Dios”, ya que el 10 argentino anotó con la mano anticipándose a la salida de Shilton. Un par de minutos después, metería un gol en el que se regateó a medio equipo inglés. Desde entonces, será recordado como “el gol de todos los tiempos”. Maradona acabó ganando el mundial y entró al Olimpo del fútbol.

Al volver a Nápoles, consiguió hacer al equipo campeón de liga ante los poderosos Milan y Juventus, pero la droga cada vez hacía más mella en el argentino, y fue suspendido durante 15 meses por dar positivo por cocaína. Maradona entonces huye de Nápoles y busca asilo en equipos como Sevilla y Newell´s Old Boys, mientras esperaba el mundial de USA de 1994. Pero en ese mundial, Diego volvió a dar positivo en el control antidopaje y fue suspendido de nuevo. Finalmente, el Diego se retiraría en Boca en 1997. Cuatro años después, realizó su partido de despedida, con la famosa frase: La pelota no se mancha.

Acabó siendo técnico de equipos como Dorados de Sinaloa o Boca, y será recordado su paso por la selección argentina durante el mundial de Sudáfrica 2010. Tras su retirada, Diego sufrió innumerables problemas de salud, debido a sus adicciones. Diego Maradona murió el 25 de noviembre de 2020, dejando tras de sí a toda Argentina y a la ciudad de Nápoles de luto. Algunos forofos del fútbol bautizaron ese día como el día que Dios murió.

A pesar de todos los problemas extradeportivos que tuvo, nadie puede negar que Maradona fue uno de los mejores jugadores de la historia del deporte rey.