Estamos viviendo en una España vaciada. La mayoría de las personas se están yendo a vivir a las ciudades por trabajo y los pueblos se están quedando totalmente deshabitados, pero, a pesar de esta situación, vivir en un pueblo también tiene sus ventajas:
– Nos conocemos todos los vecinos del pueblo.
– No hay atascos para ir a trabajar, ni prisas. La vida es más tranquila y hay menos estrés que en las grandes ciudades.
– Mejor calidad de vida, el contacto con la naturaleza y el medio ambiente es mayor y eso tiene efectos positivos en nuestra salud. Se respira un aire mucho más puro.
– Podemos disfrutar de paisajes naturales, de su flora y de su fauna con solo asomarnos a la ventana.
– Aunque no haya muchos niños en el pueblo, cuando llegan las vacaciones los pueblos se llenan.
– Todo está más cerca, por lo que, en general, se puede ir andando a todos los sitios (comercios, etc.), lo que además supone un ahorro económico.
– Aunque no tenemos tantos servicios, la atención es más cercana y personalizada en los colegios, centros de salud, etc.
– Es más fácil vivir con mascotas, ya que en muchas zonas de las grandes ciudades no está permitida la entrada de animales.
– Es más barato comprar una casa que en una ciudad.
Y tú, ¿qué piensas? ¿Merece la pena vivir en un pueblo?