MELLIZOS EN LA MISMA CLASE

Lidia y Juan Antonio

Fernández Palomo

El día 24 de octubre de 2007 comenzó nuestra historia juntos, aunque, en realidad, ya veníamos de pasar unos mesecillos bastante cerca. Somos Lidia y Juan Antonio Fernández Palomo y somos mellizos.

Desde pequeños hemos estado juntos, hemos ido juntos al colegio, a la misma clase, y estamos contentos por ello y por todas las experiencias compartidas.

Tenemos una conexión especial. La mayoría de las veces somos capaces de saber lo que piensa el otro, compartimos aficiones, rasgos de personalidad… y, aunque tenemos grupos diferentes de amigos, también compartimos otros muchos.

Cuando estamos de buenas, es divertido estar juntos; nos reímos, nos contamos nuestros problemas y nos damos consejos. Pero también tenemos nuestro lado menos divertido, ya que tener tanta confianza hace que cuando estamos aburridos nos chinchemos mutuamente y tengamos nuestras peleas.

Tanto en nuestra casa como en la escuela, siempre se han dirigido a nosotros por nuestro nombre, nunca como los mellizos, respetando nuestra identidad. Al estar en clase siempre juntos, hemos desarrollado un vínculo especial que nos ha dado más confianza en nosotros mismos. Existen algunos estudios que establecen la necesidad de separar a los gemelos y mellizos en distintas clases para formar mejor su identidad, pero en nuestro caso no ha sido así, ya que ha influido mucho la educación recibida por nuestros padres, tratándonos como personas distintas para así poder encontrar nuestra propia personalidad y autonomía.

En el instituto, los profesores juegan un papel fundamental. Nos tratan como personas distintas e independientes, reconocen nuestros méritos y nuestras diferencias en términos positivos sin necesidad de compararnos, por lo que no existe ningún tipo de rivalidad entre nosotros. Aunque, sí que es verdad que, en ocasiones, algún profesor bromea sobre si uno ha superado en la nota al otro, pero siempre en un ambiente afable y divertido por lo que se hacen más amenas las clases, aunque siempre sin perder su autoridad.

Nuestra experiencia al estar juntos en clase es positiva, ya que no nos ha impedido ser independientes, hemos podido desarrollar nuestra propia personalidad e individualidad y cada uno ha conseguido sus propias amistades.