CAZA DE BRUJAS

CARLA SÁNCHEZ CHARRO, 4ºESOA


La caza de brujas es reconocida hoy en día como la quema en la hoguera de cientos de miles de mujeres en la Edad Media, acusadas de practicar brujería. La Inquisición se basaba en las pruebas que ofrecían los testigos como denominación de “bruja” para justificar dichas muertes.

Nausia Pimoulier en el periódico de La Vanguardia explica quiénes eran consideradas las brujas: “Las intrusas, las ‘malas viudas’, mujeres que de alguna manera rompían con el ideal que se estaba intentando imponer” y añade que “tampoco eran mujeres especialmente subversivas, o lo que se entendía en ese momento por ‘malas mujeres’ sino que simplemente por el hecho de ser mujer ya se vertía sobre ellas esta sospecha”.

María Holl es conocida como la primera bruja del mundo, por ser la primera mujer torturada y ejecutada por supuestos actos de brujería. En verdad, la mayoría de estas mujeres eran curanderas, recurrían a las plantas para hacer infusiones o pociones que aliviaban enfermedades. Sin embargo, el pueblo lo consideraba como el principal recurso para hacer embrujos o hechizos.

Fue un sistema imprescindible para instaurar el sistema capitalista moderno, ya que cambió las relaciones sociales y los fundamentos de la reproducción social. Estos hechos comenzaron en 1668, tras un juicio que llevó a la hoguera a treinta personas. Fueron acusadas de secuestros de niños y de tener pactos con el diablo.

Estos sucesos tuvieron consecuencias negativas. Debilitaron la resistencia de la población a las transformaciones que acompañaron el surgimiento del capitalismo en Europa. Los países más afectados, coinciden con la Europa protestante, casi la mitad de la población fue asesinada por brujería.

En el siglo XVIII, las críticas contra la creencia en las brujas se hicieron aún más insistentes. Se negó en numerosos escritos la realidad de todas las creencias mágicas. También se tacharon las supersticiones y las creencias de los acusadores. Tras reflexionar, muchos escritores y filósofos de la época piensan que la caza de brujas había sido un gran fraude, facilitado por la ignorancia.

En Europa, la caza de brujas duró hasta el siglo XVIII, en cambio, hoy en día en muchos países aún es una realidad. Miles de personas son acusadas por brujería en continentes como África y América del Sur. Incluso hay niños que son rechazados por sus familiares por la creencia de la práctica de encantamientos.

 

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