10 AÑOS SIN ANA MARÍA MATUTE

PAOLA BLANCO (4º B)

Ana María Matute nació el 26 de julio de 1925 y murió el 25 de junio de 2014 en Barcelona. Se cumplen 10 años de su muerte, y en su honor recordaremos lo importante que fue. Fue novelista y miembro de la RAE, donde ocupaba el asiento “K”.  Es considerada la mejor novelista española de postguerra y en 2010 recibió el premio Cervantes, el más codiciado por los escritores. Nació en el seno de una familia de la pequeña burguesía, conservadora y religiosa. En Barcelona pudo conocer la ciudad más industrializada de España y sus acontecimientos sociales, económicos y políticos. Esto dio vida a su cuento Muy contento (1968), donde aparece la figura del explotado por la vida industrial y sus órdenes. Durante toda su niñez tuvo una salud muy delicada que acabo por llevarla al pueblo de sus abuelos, donde se inspiró para escribir muchos otros cuentos como Historias de la Artámila (1961) o Paulina (1960). Su primera obra fue Pequeño teatro (1954), que la escribió con 17 años, pero no fue publicada hasta ocho años después. A sus once años comenzó la guerra civil española, que tuvo un fuerte impacto en ella y su literatura. Le dejó una marca de por vida de dolor, sufrimiento, muerte, violencia, odio, angustia y pobreza extrema que se reflejó en muchas de sus posteriores obras. En obras como Los Abel (1948), Fiesta al Noroeste (1953), Los hijos muertos (1958) o Los soldados lloran de noche (1964) reflejaba como la guerra le había robado la inocencia, a ella y a muchísimos niños más. Matute se casó con el escritor Ramón Eugenio de Goicoecheacon el que tuvo un hijo, Juan Pablo, al que le dedicó gran parte de sus obras infantiles. Se separó de su esposo en 1963, perdiendo la tutela completa de su hijo, lo que le produjo una gran depresión. Volvió a encontrar el amor años después en Julio Brocard, el que murió en 1990, el día del cumpleaños de Matute. La pérdida de su gran amor aumentó su depresión. Otros importantes premios que recibió fueron el Premio Gijón, por Fiesta al Noroeste. En 1958 con Los hijos muertos el premio de la Crítica y el Nacional de Literatura.


Al igual que Carmen Laforet, Ana María Matute es una figura fundamental de las letras españolas, pero, además, es importante recuperarla por su tesón a la hora de superar las injustas barreras a las que se enfrentó en el mundo literario, sirviendo como referente, y por alzar la voz por todos aquellos niños que se ven arrasados tanto emocional como físicamente por la guerra.