Consejos
Estos consejos son un resumen de experiencias en radio clubes. La lista esta basada en los consejos esbozados por N0HFF en su libro “El Arte y Destreza de la Radiotelegrafía”.
1-Despojarse de todo prejuicio hacia el CW. Olvidar las supuestas “ventajas milagrosas” y las “desventajas evidentes” del CW. Estas son generalmente citadas por supuestos conocedores, defensores fundamentalistas y encarnizados detractores del modo. En general los que opinan mal del CW no saben nada del tema, lo hacen de puros celosos que son, porque en el fondo nunca lograron dominarlo.
No hay razón para considerar al CW como un modo superior a los demás ni para defenestrarlo a los cuatro vientos.
2-Predisponerse adecuadamente al aprendizaje. Este punto viene muy relacionado con el anterior. Los mejores alumnos no son necesariamente los más inteligentes sino aquellos que ponen todo su empeño y tiempo disponibles en lograr el cometido. Son los que no ven el examen de obtención de la licencia como meta, sino que anhelan usar el CW en sus comunicados como radioaficionados.
3-Generarse hábitos de estudio diarios y estrictos, pero dinámicos. Es importante practicar todos los días, preferentemente cuando la mente está descansada, por tiempos de 15 a 30 minutos, haciendo pausas de descanso. Respetar el cronograma de estudios, practicando durante la semana en casa lo que el profesor enseño en la última clase. Variar la forma de estudio, si la misma se nota monótona hace que no abandonemos el ritmo.
4-Utilizar métodos de aprendizaje correctos y probados. Se deben descartar métodos como:
-Recepción de caracteres a muy baja velocidad (menores a 12 ppm). Esto no hace más que inducir al alumno a contar puntos y rayas. Se recomienda usar el método Farnsworth, que consiste en transmitir cada carácter a alta velocidad (18-20 ppm esta bien) pero espaciando los mismos sobremanera (como si transmitiéramos los espacios a 5 ppm). Gradualmente se pueden ir reduciendo estos espacios para ganar fácilmente velocidad de recepción.
-Tarjetas impresas con letras y su correspondiente codificación en puntos y rayas.
Tampoco se recomienda en absoluto el uso de tablas con el código escrito. Alumnos que se valían de este método se estancaban en 5 o 6 letras. Pasado este número es imposible decodificar el código en tiempo y forma. Sorprendentemente, estos mismos alumnos, inseguros de si mismos, eran muy capaces de recibir sin estos “machetes” luego de unas pocas clases.
-Grabaciones de código con temporizados incorrectos. Un punto, raya o espacio que dura más o menos tiempo que el correcto nos hace dudar del carácter recibido y arruina nuestra capacidad de recepción, por lo menos en el momento de aprendizaje del alfabeto. Lo mismo se aplica si alguien sin pericia trata de transmitirnos código para que aprendamos.
-Transmitirse a uno mismo el código. No sirve de nada aprender los caracteres de esta forma ya que sabemos de antemano que vamos a transmitir y además, en la etapa de aprendizaje no somos capaces de darle el temporizado correcto al código.