Crema anestésica tópica eutéctica (lidocaína + prilocaína al 2,5 % cada una) que permite una anestesia cutánea fiable y reproducible antes de procedimientos dermatológicos, reduciendo de forma muy significativa dolor, ansiedad anticipatoria y mala experiencia en consultas y gabinetes.
💡 Es la herramienta estándar para “hacer amable” la dermatología intervencionista en niños y adultos, siempre que se respete tiempo de exposición, cantidad y superficie máxima.
Nombre comercial (España): EMLA®
Composición: lidocaína 2,5 % + prilocaína 2,5 % (crema)
Clase / diana: anestésicos locales tipo amida (bloqueo canales de sodio)
Vía y forma: tópica (crema en tubo y parches)
Conservación: temperatura ambiente (< 30 °C)
Visado hospitalario: ❌
Edad mínima: a partir de lactantes (según ficha técnica, con límites estrictos de superficie/tiempo)
• Anestesia tópica de piel intacta antes de punciones, venopunciones o procedimientos superficiales.
• Anestesia previa a curetaje de moluscos, verrugas pequeñas o lesiones benignas superficiales.
• Anestesia de mucosa genital previa a procedimientos superficiales (en adultos).
💡 Reduce claramente dolor percibido, ansiedad y necesidad de contención física, especialmente en población pediátrica.
Infiltración anestésica previa en pacientes muy fóbicos
Peelings químicos superficiales
Microneedling y radiofrecuencia fraccionada
Láser vascular (PDL, Nd:YAG) en niños y adultos
Láser de depilación en zonas sensibles
Láser de tatuajes y Q-switched
Láser CO₂ fraccionado con baja energía
Electrocirugía de lesiones superficiales
Fotodepilación intensa (IPL/SHR)
Crioterapia de lesiones múltiples en pacientes poco tolerantes
Tratamientos de acné con dispositivos (LIP, luz azul, etc.)
Aplicaciones tópicas dolorosas (fenol en onicocriptosis, por ejemplo)
Procedimientos estéticos (rellenos, toxina, mesoterapia) cuando se realiza en entorno médico
Fototerapia en niños muy sensibles al pinchazo previo (colocación de catéteres, etc.)
(Siempre respetando superficie máxima, tiempo de exposición y riesgo de metahemoglobinemia en lactantes).
• Inicio anestesia: 45–60 min en piel intacta.
• Profundidad anestésica: ≈ 3–5 mm tras 60 min (dependiendo de grosor cutáneo).
• Duración: 1–2 h tras retirada (disminuye progresivamente).
• Eficacia superior cuando hay oclusión adecuada y capa uniforme.
• Cantidad orientativa: 1–2 g por 10 cm²
• Aplicar capa generosa sobre piel seca
• Cubrir con film oclusivo (plástico, apósito transparente)
• Tiempo de exposición:
– 60 min para punciones, curetajes, láser suave
– 90 min para procedimientos algo más profundos
• Aplicación directa sin oclusión
• Tiempo: 10–15 min
• Proceder inmediatamente tras retirada de exceso
• Superficie máxima variable según peso y edad (seguir ficha técnica, especialmente en lactantes y < 5 años).
• En adultos sanos: evitar aplicar en superficies muy extensas (>200 cm²) de forma simultánea.
• Explicar al paciente que “funciona mejor si esperamos 1 hora”: mejora adherencia y experiencia.
• Marcar la zona antes de cubrir para no perder el punto exacto del procedimiento.
• En cuero cabelludo: rasurar mínimamente si es preciso y ocluir con film + gorro.
• Inicio efecto: 30–45 min (no fiable antes).
• Máximo efecto: alrededor de 60 min.
• Reevaluar sensibilidad con un pinchazo suave antes de proceder.
🙂 Frecuentes: eritema, palidez, edema leve local, sensación de calor o prurito pasajero.
🔶 Intermedios: púrpura local, pequeños habones, irritación.
🚨 Graves (poco frecuentes, pero importantes): metahemoglobinemia (sobre todo en lactantes y uso excesivo), síntomas sistémicos de toxicidad por anestésicos locales (mareo, tinnitus, palpitaciones, parestesias peribucales) si se usa en superficie amplia o piel dañada.
Manejo:
• Ante irritación leve: reducir tiempo o cantidad en aplicaciones futuras.
• Ante síntomas sistémicos: retirar, monitorizar y derivar a urgencias si no remiten rápidamente.
• Riesgo de metahemoglobinemia: especialmente en lactantes < 3 meses, G6PD deficiencia, uso excesivo o simultáneo con otros agentes metahemoglobinemiantes.
No precisa monitorización en uso correcto sobre áreas limitadas.
Precaución especial en: lactantes, niños pequeños, pacientes con cardiopatía, anemia, patología respiratoria grave o deficiencia de G6PD.
Embarazo: uso puntual en áreas pequeñas es razonablemente seguro (categoría de seguridad aceptable para anestésicos locales).
Lactancia: sin problemas relevantes si se usa en áreas pequeñas y no en pezón.
• Cuidado con fármacos que favorecen metahemoglobinemia (dapsona, nitratos, sulfonamidas, anestésicos locales sistémicos concomitantes).
• Prudencia si se combina con otros anestésicos locales infiltrados en la misma zona (suma de dosis total).
• Mejora radicalmente la experiencia del paciente, especialmente en niños y fóbicos a agujas.
• Permite realizar procedimientos dolorosos con mínima resistencia y mayor cooperación.
• Disminuye necesidad de sujeción física en peds.
• Reduce la memoria de dolor y, por tanto, el rechazo a procedimientos futuros.
• Fácil de aplicar, coste moderado y amplia disponibilidad.
• Potente herramienta para dermatología intervencionista ambulatoria.
• Requiere tiempo de espera (45–60 min) → dificulta flujos muy rápidos de consulta.
• Riesgo de uso inadecuado en superficies amplias o tiempos excesivos.
• Posible falsa sensación de “anestesia total”: no sustituye infiltración en procedimientos profundos.
• Precaución en lactantes y pacientes de alto riesgo por metahemoglobinemia.
• Puede provocar irritación local que se confunde con dermatitis o urticaria.
Dolor anticipado intenso
Miedo a agujas o cicatrices de mala experiencia previa
Población pediátrica o ansiosa
Procedimientos múltiples en una sola sesión (curetajes, láser, crioterapia)
Láser vascular/tatuajes/técnicas combinadas sobre la misma zona
Microneedling o tratamientos estéticos con componente doloroso
• Si el niño entra ya con la zona anestesiada (aplicada en casa con instrucciones claras), la consulta se convierte en un entorno infinitamente más amable.
• Para venopunciones en pediatría, EMLA® + distracción + personal entrenado = mínima resistencia y menos trauma psicológico.
• En láser de tatuajes o vascular en adulto joven ansioso, EMLA® puede marcar la diferencia entre “no vuelvo” y completar el plan terapéutico.
• Nunca debemos dejar que EMLA® sustituya el consentimiento informado: anestesia sí, pero explicación del procedimiento y sus molestias también.
• En piel muy inflamada o erosionada, mejor evitar o reducir dosis: aumenta riesgo de absorción sistémica y reacciones locales.
• Excelente herramienta para “reconciliar” con la consulta a pacientes que han tenido experiencias muy dolorosas en el pasado.
Bjerring P et al. Br J Anaesth. 1989; 63: 655–660.
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Taddio A et al. CMAJ. 2015; 187(13): 975–982.