Misión Malgache


Volábamos a Madagascar, la cuarta isla más grande del mundo, conocida por la peculiaridad de su fauna y flora, sus paisajes exóticos y sus playas paradisíacas. Baobabs, lémures y muchos camaleones nos estaban esperando. Al aterrizar descubrimos otras riquezas menos conocidas, como una forma de vida tranquila, que tiene por lema el "mora mora", la amabilidad de los malgaches, y un nivel de seguridad considerablemente bueno en comparación con otros países del África subsahariana. Poco a poco fuimos descubriendo la multitud de bonanzas de la isla, como su buen chocolate, café, y vainilla, la variedad de frutas tropicales a precios increíblemente bajos y un clima muy agradable.

Sin embargo, también tuvimos que adaptarnos a vivir en una de las zonas más pobres del mundo, con una economía de subsistencia en la mayor parte del país y grandes diferencias sociales en las zonas urbanas que hacen que algunos de sus habitantes vivan en condiciones equiparables a la esclavitud. La desnutrición, la falta de medios y el analfabetismo facilitan la persistencia de enfermedades erradicadas en otras partes del mundo. Además, la cultura malgache es única en el mundo, con creencias y costumbres ancestrales difíciles de comprender para un occidental. A pesar de la dureza de la situación, vivir un tiempo aquí es una experiencia de valor extraordinario, de aprendizaje continuo, de reflexión y de enriquecimiento cultural incalculable. Todo ello te hacer ver la insignificancia de la mayoría de nuestros problemas, y el mundo en el que vivimos de una forma muy diferente.

Por todo lo anterior, Madagascar es un sitio ideal donde aportar nuestro grano de arena. Hemos organizado y participado en actividades de diversa índole incluyendo nuestra colaboración como misioneros impartiendo docencia en la Universidad de Antananarivo y otras instituciones, cooperando con el comedor social de la familia Cappelli Duarte, asi como en el reparto de ropa, calzado, agua y juguetes en zonas rurales.

Si quieres cooperar no dejes de visitar nuestra sección "¿Cómo ayudar?".

Todos aprendemos

Acercarse a las personas cuando no se conoce su idioma, siempre supone un reto. Sin embargo, nos alegramos mucho al descubrir que nuestra lengua se estudia en colegios e institutos, pudiendo continuar la formación en la universidad.

Desde nuestra asociación colaboramos en diversas actividades que ayudan a los alumnos a mejorar sus competencias lingüísticas, mejorando sus oportunidades laborales.

Comedor infantil

Con salarios que con frecuencia rondan los 30€ mensuales, no siempre se cubren las necesidades básicas. La malnutrición crónica es un problema relacionado con la pobreza, que afecta a la mitad de los menores de 5 años en Madagascar, lo que coloca a la isla entre los países más pobres del mundo.

En este contexto, hemos empezado a colaborar en el comedor de la familia Cappelli Duarte que ofrece alimentos a más de 60 niños de la periferia de Antananarivo.

La ilusión del camino

La ausencia de vías de comunicación y mal estado de las carreteras, dificultan la llegada de productos básicos a muchas zonas rurales.

Nos ha sorprendido enormemente la desesperación de muchos niños por conseguir agua, las infestaciones por falta de higiene y de calzado, y la escasez de ropa. La entrega de muchas de vuestras aportaciones es necesaria y despierta en ellos una gran ilusión.

MOSTRAREMOS NUEVAS ACTIVIDADES PRÓXIMAMENTE